El presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado que las relaciones con las embajadas de Estados Unidos y Canadá en México se encuentran en una «pausa». Este comentario surge en medio de la polémica generada por las críticas del embajador estadounidense Ken Salazar a la reforma del Poder Judicial en México, lo que López Obrador consideró como una injerencia en los asuntos internos del país.
A pesar de esta pausa, el mandatario subrayó que los lazos con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá se mantienen, destacando su relación amistosa con el presidente Joe Biden. Además, restó importancia a las declaraciones de la calificadora Fitch Ratings, que había expresado preocupaciones sobre una posible reducción en la recomendación de inversión debido a la reforma judicial.
En respuesta a la nota diplomática enviada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) la semana pasada, la Embajada de Estados Unidos en México emitió un comunicado reafirmando su apoyo al fortalecimiento del Estado de derecho en México a través de la reforma judicial. Asimismo, la embajada enfatizó su respeto por la soberanía mexicana y expresó su deseo de continuar la cooperación económica y enfrentar juntos los desafíos comunes.
Sin embargo, la representación estadounidense también expresó su preocupación de que la elección popular de jueces podría no abordar adecuadamente la corrupción en el sistema judicial ni fortalecer su independencia. A pesar de estas preocupaciones, la embajada manifestó su intención de mantener una relación estrecha con México, aunque no se refirió directamente a la «pausa» mencionada por el presidente.
López Obrador explicó que la «pausa» en las relaciones con la Embajada de Estados Unidos comenzó el 22 de agosto, cuando el embajador Salazar comentó que la reforma judicial podría desalentar la inversión extranjera en México. El presidente aclaró que la «pausa» no implica una ruptura, sino un tiempo para que las autoridades estadounidenses reflexionen sobre las implicaciones de las declaraciones de su representante diplomático.
Asimismo, el presidente señaló que esta «pausa» también se extiende a la Embajada de Canadá, después de que su embajador, Graeme Clark, expresara críticas similares a las de su homólogo estadounidense. López Obrador calificó la coincidencia de opiniones como «de pena ajena» y criticó la postura de Canadá, sugiriendo que parecía actuar como un «Estado asociado» de Estados Unidos. Por el momento, ambas embajadas no han emitido un pronunciamiento oficial al respecto, y el presidente ha rechazado dialogar con el embajador canadiense sobre este tema, enfatizando que es un asunto de soberanía nacional.