La estrella brasileña saltó cuando los blancos estaban abajo en el marcador y demostró por qué es el candidato al Balón de Oro.
Pocos equipos tienen la capacidad de sacar a un jugador tan bueno del banquillo. Y para el Real Madrid, que estaba en medio de una actuación bastante lamentable, la entrada de Vinicius Jr fue crucial. El brasileño tuvo un descanso poco habitual, pero dio vida a los blancos tras su entrada, y vio cómo una desventaja de 1-0 se convertía en una victoria de 4-1, enmascarando otra actuación desconcertante.
Los locales fueron un equipo bastante estático en la primera mitad, dependiendo demasiado de Kylian Mbappé y Jude Bellingham para los momentos de inspiración. El resultado fue un partido monótono en el que un Madrid descuidado creó pocas ocasiones claras.
El Espanyol se adelantó a los 10 minutos de la segunda mitad. Su primer gol fue una payasada, un golpe preciso con la patada del portero hacia el campo, hacia Jofre Carreras, que se lanzó por la banda y vio su centro especulativo filtrarse entre las piernas enredadas de Thibaut Courtois.
Los blancos necesitaron cuatro minutos para reaccionar. Vini fue el catalizador de todo tras entrar en el campo a la hora de juego. Fue crucial en la jugada del empate, cuando Dani Carvajal remató con fuerza. Fue aún más importante en el segundo, cuando su pase cayó perfecto a los pies de Rodrygo, que no falló el 2-1. Él mismo encontró el gol en el tercero, lanzándose por el centro y metiendo un remate con la zurda en la esquina inferior, antes de que Mbappé anotara el cuarto desde el punto de penalti.
El Madrid no estuvo espectacular aquí. Aun así, Vinicius demostró que añadir un muy buen jugador a un partido de fútbol es, en última instancia, una estrategia eficaz.
GOAL califica a los jugadores del Real Madrid del Santiago Bernabéu…
Pocos equipos tienen la capacidad de sacar a un jugador tan bueno del banquillo. Y para el Real Madrid, que estaba en medio de una actuación bastante lamentable, la entrada de Vinicius Jr fue crucial. El brasileño tuvo un descanso poco habitual, pero dio vida a los blancos tras su entrada, y vio cómo una desventaja de 1-0 se convertía en una victoria de 4-1, enmascarando otra actuación desconcertante.
Los locales fueron un equipo bastante estático en la primera mitad, dependiendo demasiado de Kylian Mbappé y Jude Bellingham para los momentos de inspiración. El resultado fue un partido monótono en el que un Madrid descuidado creó pocas ocasiones claras.
El Espanyol se adelantó a los 10 minutos de la segunda mitad. Su primer gol fue una payasada, un golpe preciso con la patada del portero hacia el campo, hacia Jofre Carreras, que se lanzó por la banda y vio su centro especulativo filtrarse entre las piernas enredadas de Thibaut Courtois.
Los blancos necesitaron cuatro minutos para reaccionar. Vini fue el catalizador de todo tras entrar en el campo a la hora de juego. Fue crucial en la jugada del empate, cuando Dani Carvajal remató con fuerza. Fue aún más importante en el segundo, cuando su pase cayó perfecto a los pies de Rodrygo, que no falló el 2-1. Él mismo encontró el gol en el tercero, lanzándose por el centro y metiendo un remate con la zurda en la esquina inferior, antes de que Mbappé anotara el cuarto desde el punto de penalti.
El Madrid no estuvo espectacular aquí. Aun así, Vinicius demostró que añadir un muy buen jugador a un partido de fútbol es, en última instancia, una estrategia eficaz.