El empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas, se encuentra nuevamente en el centro de la controversia. Esta semana, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Loretta Ortiz Ahlf, reveló que en el pasado el magnate intentó influir en un fallo judicial a su favor mediante ofrecimientos que bordean el soborno, con el fin de evadir el pago de impuestos al gobierno mexicano.
En una entrevista para Telereportaje, Ortiz Ahlf detalló cómo representantes de Grupo Salinas se acercaron a ella cuando le fue asignada una parte del caso que actualmente se debate en la SCJN. Los emisarios del empresario ofrecieron mejorar su imagen pública, entre otras ventajas, con la clara intención de influir en su decisión. “Me dijeron que necesitaba que me manejaran la publicidad e imagen, pero les respondí que no necesitaba nada de eso”, señaló la ministra.
Ortiz Ahlf también explicó que los intentos de “seducción” no se limitan a sobornos explícitos, sino que suelen presentarse de manera más sutil, como ofertas de publicidad gratuita o beneficios para amigos y familiares. “No es que te compren directamente, sino que te ofrecen cosas: publicidad, boletos para eventos, beneficios familiares…”, explicó la ministra, poniendo en evidencia las tácticas con las que ciertos grupos de poder intentan doblegar a la justicia.
Este tipo de prácticas, que según la ministra son recurrentes en el entorno empresarial y político, refuerzan la percepción pública de que magnates como Salinas Pliego operan bajo esquemas de impunidad, utilizando su influencia para evadir sus responsabilidades fiscales. Las declaraciones de Ortiz Ahlf subrayan la lucha constante entre los intereses privados y la integridad del sistema judicial en México, un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años.