El presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, y el senador suplente Miguel Ángel Yunes Linares protagonizaron un tenso intercambio de acusaciones en la sesión ordinaria del Senado, previo a la votación de la Reforma Judicial.
Todo comenzó después de que Miguel Ángel Yunes Márquez solicitara licencia al cargo de senador. Su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, ingresó al recinto para rendir protesta en medio de gritos de «traidor», que detonaron una serie de reproches entre ambos políticos.
Desde la tribuna, Marko Cortés afirmó que «nadie puede creer que no hubo presión indebida del gobierno contra la familia Yunes Márquez», insinuando un pacto de impunidad entre Yunes Linares y Morena. Según Cortés, este acuerdo permitió que Fernando Yunes pudiera asumir como diputado local sin impugnación, y agregó: «Hubiera sido más decente que tomaras la llamada para decirnos que ibas a traicionarnos».
Yunes Linares, visiblemente afectado, respondió desde tribuna que el debate era lamentable y que se había faltado al respeto a su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez. También criticó que el líder panista lo atacara cuando, en el pasado, había defendido al PAN y a su familia en diversas ocasiones.
Marko Cortés, por su parte, recordó que apoyó a los Yunes en múltiples momentos difíciles, como cuando arrestaron a su exsecretario Rogelio Franco Castán y a su exfiscal Jorge Winckler. Con voz firme, expresó su decepción hacia Yunes Linares: «Estoy francamente decepcionado de lo que has hecho, Miguel. Esos opositores valientes ahora los veo sometidos e hincados al poder».
El enfrentamiento subió de tono cuando Cortés afirmó que Yunes Linares estaba traicionando no solo al PAN, sino al pueblo de México: «Miguel, no traicionas al PAN, estás traicionando al pueblo de México».
El episodio reflejó las tensiones internas en el partido, con Cortés señalando que el liderazgo de los Yunes en Veracruz había dejado una estela de traiciones y acuerdos oscuros, lo que podría afectar gravemente la imagen del PAN en el estado.