El Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentable (IMIPAS) investiga las repercusiones de las altas temperaturas, en los tiburones y otras especies que habitan en el Golfo de México.
Karina Ramírez López, jefa del Centro Regional de Investigación de Acuacultura y Pesca de Veracruz, del IMIPAS, señaló que ya comenzó a impactar en la abundancia y distribución de las especies, a pesar que el incremento de temperatura en el mar es de 1° grado. Al momento no se registran casos de mortandad especies marinas por las altas temperaturas pero ya hay movimientos hacia otras zonas.
“En general, en todos los peces, afecta en su distribución, porque ellos buscan temperaturas adecuadas y eso implica que se distribuya en diferentes zonas. Se van a mayor profundidad y hay que recordar que tanto los tiburones como los marlines y los atunes comúnmente están en la superficie”.
Con el estudio se sugerirá el mejor método y ubicación para la pesca ya que las zonas de mayor abundancia de especies cambiaron. Para ello realizan muestreos biológicos a fin de determinar la distribución de los recursos pesqueros en la zona. Depende de la temporada y de la especie puede haber o no escasez.
Los atunes pueden estar en zonas de 26 o 27 grados porque son de aguas templadas. Pero hay algunos como el atún aleta azul que solamente se encuentra en meses como diciembre, enero y febrero; mientras que el aleta amarilla puede estar todo el año.
“Todo esto se ha dado en los últimos años porque ahora podemos tener en un mismo día mucho calor o mucha lluvia lo que anteriormente no había”.
De acuerdo a proyecciones, las especies marinas se moverán a otras zonas lo que beneficiará a unos países y afectará a otros. Es decir, los que tengan aguas más templadas serán beneficiados. Por ello, el estudio tiene también como finalidad prevenir ese tipo de migración. Por ello, las diferentes áreas de gobierno relacionadas con el tema, trabajan de manera coordinada para prevenir que se concreten esos pronósticos.