Los restaurantes de Veracruz y Boca del Río enfrentan una creciente presión económica debido al continuo aumento en el precio de insumos básicos como la harina y el azúcar, productos esenciales en la preparación de muchos alimentos. Rubén Bravo, vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Veracruz, destacó que el precio de un saco de 25 kilos de harina ha alcanzado los 434 pesos, un incremento significativo respecto a los 385 pesos que se pagaban anteriormente al comprar al por mayor.
El azúcar, otro insumo fundamental, también ha experimentado una fluctuación en su precio, oscilando entre 480 y 500 pesos por saco de 25 kilos, lo que representa un aumento del 15 por ciento en comparación con meses anteriores. Esta escalada de precios está afectando de manera directa los márgenes de ganancia de los restaurantes, que ya enfrentan otros desafíos económicos como el aumento de los costos operativos y la inflación generalizada.
A pesar de este panorama complicado, indicó que los restauranteros han optado por absorber estos costos adicionales en lugar de trasladarlos a los clientes a través de un aumento en los precios de sus menús.
“Estamos absorbiendo esos costos nosotros como restauranteros porque no podemos incrementar ahorita porque la situación económica es un poco difícil. Poner un precio más alto en el restaurante es nocivo para la gente y para nosotros», señaló.
La decisión de mantener los precios actuales, al menos hasta finales de año, responde a la necesidad de preservar la competitividad en un mercado que no muestra condiciones favorables para ajustes de precios. Sin embargo, esta estrategia de contención no deja de tener un impacto en la rentabilidad de los negocios, especialmente aquellos que dependen en gran medida de la harina y el azúcar para la producción de productos de panadería, pizzas, postres y otros alimentos.