México experimentó dos sismos significativos el viernes 30 de agosto.
El primero, de magnitud 5.5, se registró a las 14:35 horas, con epicentro a 40 kilómetros al norte de Matías Romero, Oaxaca, y una profundidad de 100 kilómetros.
El segundo sismo, de magnitud 4.8, ocurrió casi al mismo tiempo, a las 14:34 horas, con epicentro a 46 kilómetros al sur de Sayula de Alemán, Veracruz, y una profundidad de 144 kilómetros.
Aunque el segundo sismo fue de menor magnitud, captó la atención de las autoridades y los habitantes locales.
La población fue instada a mantenerse informada y preparada. Además, se registraron alrededor de 17 movimientos telúricos de diferentes magnitudes en distintos puntos del país, incluyendo uno de magnitud 4.0 con epicentro al suroeste de Los Mochis, en Sinaloa.