La reciente devaluación del peso frente al dólar tiene implicaciones significativas para la economía portuaria, con beneficios para los exportadores y desafíos para los importadores. Marco António Sansores Ramírez, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales del Puerto de Veracruz (AAAVER), destacó la necesidad de que el puerto se adapte a la volatilidad financiera global, ya que esta afectará el movimiento de carga.
Sansores Ramírez indicó que, durante el primer semestre del año, el Puerto de Veracruz experimentó una disminución del 0.4% en el movimiento de mercancías. En particular, las exportaciones de vehículos aumentaron un 10%, mientras que las importaciones crecieron un 45%. Por otro lado, la exportación de granel mineral y agrícola, así como de materias primas, se verá reducida; por ejemplo, el granel mineral bajó un 28% en el primer semestre.
El volumen total de carga manejada en el primer semestre de 2024 alcanzó las 16.95 millones de toneladas, frente a los 17.028 millones de toneladas en el mismo período del año anterior. Sin embargo, se espera una recuperación en la segunda mitad del año. Sansores Ramírez explicó que los contratos internacionales se valoran en dólares, por lo que la devaluación del peso favorecerá las exportaciones.
No obstante, existe preocupación por el impacto potencial de una posible recesión en Estados Unidos, el principal socio comercial de México. Aunque el país podría enfrentar efectos negativos, estos serían menos severos que una recesión interna. Según Sansores Ramírez, la principal consecuencia sería un ajuste en la balanza entre exportaciones e importaciones, ajustándose a las condiciones actuales.
Cabe mencionar que el pasado lunes 5 de agosto fue marcado como un «lunes negro» debido a la caída generalizada de las bolsas de valores a nivel mundial, un fenómeno que también afectó a México.