El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, calificó como un “cáncer vicioso” al popular género musical surcoreano k-pop y lo acusó de corromper los “atuendos, peinados, discursos y comportamientos” de los jóvenes norcoreanos, en medio de una lucha contra la influencia de la cultura vecina.
En diciembre de 2020, Pionyang introdujo una ley especial que tiene como objetivo luchar contra la afluencia de materiales del exterior como películas, música y libros y castiga duramente a aquellos que consuman o distribuyan este tipo de contenidos, indicó Daily NK.
La nueva norma también estipula hasta dos años de trabajos forzados para aquellos que “hablen, escriban o canten al estilo surcoreano”.
El pasado mes de febrero, el líder norcoreano ordenó a todas las provincias, ciudades y condados que erradicaran “despiadadamente” las crecientes tendencias capitalistas. Asimismo, en abril, advirtió que “se estaba produciendo un cambio serio” en el “estado ideológico y mental” de los jóvenes norcoreanos.
En una encuesta del Instituto de Estudios para la Paz y la Unificación de la Universidad Nacional de Seúl en la que entrevistó a 116 personas que huyeron de Corea del Norte en 2018 y 2019, casi la mitad dijo que había visto “con frecuencia” productos de entretenimiento surcoreano mientras estaban en su país.
A principios de abril, tres estudiantes de 14 años recibieron sentencias de reeducación a través de trabajo por su “comportamiento antisocialista”, informó Daily NK. Según el medio, los menores supuestamente se habían cortado el pelo al estilo de los adolescentes surcoreanos y cantaban canciones del país vecino.