El crimen organizado en México suplantó funciones del Estado en el combate a la pandemia, “manteniendo a la población en el interior de sus casas, imponiendo toques de queda y cuarentenas, y prestando servicios básicos”, de acuerdo con el Informe Mundial sobre las Drogas 2021 de la Organización de las Naciones Unidas (ONUDC).
Esta conducta también fue observada en los grupos delictivos en Brasil y Guatemala, así como en las pandillas en El Salvador y los grupos armados no estatales en Colombia y Venezuela.
La ONUDC prevé que los grupos criminales aprovecharán la crisis económica derivada de la contracción de 9 por ciento que presentó la economía de México en 2020 para aumentar su afiliación entre la población afectada por la pobreza.
El informe ofrece un análisis de la situación global del problema, y destaca que durante la pandemia en 2020 se presentó una reducción general en el uso de la mayoría de las sustancias con excepción de la mariguana.