“Te vamos a encontrar, mi amor. Espérame un poco más”, fue el último mensaje que pudo postear Gladys Aranza Ramos Gurrola, antes de que le quitaran la vida. La integrante del colectivo Guerreras Buscadoras de Sonora fue asesinada el jueves 15 de julio en Guaymas, Sonora.
Gladys Aranza fue acribillada a pocos metros de su domicilio, en la comunidad de Ortiz. Tras el percance, paramédicos de la Cruz Roja intentaron reanimarla, pero su cuerpo ya no tenía signos vitales. La Fiscalía General de Justicia estatal inició una carpeta de investigación por el posible feminicidio.
Aranza se unió a las Guerreras Buscadoras de Sonora cuando su esposo, Bryan Omar Celaya, desapareció en diciembre del año pasado en el valle de Guaymas. Pocas horas antes de su asesinato, la joven alcanzó a publicar un último mensaje en sus redes sociales, donde solicitó ayuda para encontrar a su marido.
“Familia y amigos, me pueden ayudar a compartir la imagen de Bryan, así como también les pido que lo mantengan en sus oraciones, se los agradezco de corazón, muchas gracias”, se lee en la publicación escrita hace menos de 24 horas.
“Te vamos a encontrar, mi amor. Espérame un poco más”, fue el último mensaje que pudo postear Gladys Aranza Ramos Gurrola, antes de que le quitaran la vida. La integrante del colectivo Guerreras Buscadoras de Sonora fue asesinada el jueves 15 de julio en Guaymas, Sonora.
Gladys Aranza fue acribillada a pocos metros de su domicilio, en la comunidad de Ortiz. Tras el percance, paramédicos de la Cruz Roja intentaron reanimarla, pero su cuerpo ya no tenía signos vitales. La Fiscalía General de Justicia estatal inició una carpeta de investigación por el posible feminicidio.
Aranza se unió a las Guerreras Buscadoras de Sonora cuando su esposo, Bryan Omar Celaya, desapareció en diciembre del año pasado en el valle de Guaymas. Pocas horas antes de su asesinato, la joven alcanzó a publicar un último mensaje en sus redes sociales, donde solicitó ayuda para encontrar a su marido.
“Familia y amigos, me pueden ayudar a compartir la imagen de Bryan, así como también les pido que lo mantengan en sus oraciones, se los agradezco de corazón, muchas gracias”, se lee en la publicación escrita hace menos de 24 horas.
“Te vamos a encontrar, mi amor, espérame un poco más. Por favor, si tú sabes dónde está, házmelo saber, sólo quiero poder tener un poco de paz. Ya son 7 meses y 8 días sin saber de él y ya no creo poder continuar más. Ayúdame, dios mío”.
Aranza era madre de Lyah Guadalupe, una bebé de 2 años a quien los asesinos de su madre dejaron en estado de orfandad. Durante la búsqueda de su marido, la joven manifestó en varias ocasiones que ella no esperaba explicaciones, justicia ni castigo para los secuestradores de Bryan: lo único que pedía era volverlo a ver.
“Yo no quiero explicaciones ni justicia ni nada solo quiero que regrese, por el amor de dios si alguien sabe dónde esta por favor háganme saber ya por favor terminen con este sufrimiento que me esta acabando !! Se los pido con todo mi corazón”, escribió el 6 de julio pasado.
“Nos quitan el derecho a buscarlos”
“Hoy se nos fue una gran guerrera, una mujer fuerte, amorosa, Aranza Ramos”, declararon las Guerreras Buscadoras de Sonora, quienes manifestaron su repudio ante el delito contra una persona que sólo buscaba respuestas.
Aclararon que, como Aranza, no buscan justicia ni castigo contra los agresores. Sólo quieren encontrar a sus desaparecidos “en vida, en muerte, en una fosa clandestina, para poder tener una tumba a donde llevarles flores”. Hoy mataron a Aranza, “mañana, ¿a quién le tocará”, se preguntan.