La integridad como principio ético está vinculado con la valoración de la honestidad, el respeto y la transparencia en las interacciones profesionales. Esto, desde luego puede sonar un tanto técnico y lejano pero es lo que en nuestro proceder diario debemos aplicar.
No lo digo con el afán de doctrinar a los lectores y/o sociedad en general, esto déjeme le explico es la fórmula perfecta para que podamos exigir respeto.y la efectiva acción de la ley en nuestro proceder.
Como sociedad hemos cuestionado miles de veces a los políticos, policías y funcionarios públicos, sin embargo, hacia nuestro núcleo familiar ejercemos todo lo que nos parece mal en los demás. Ocultamos muchas veces acciones no muy dignas que hacemos por llevar prisa, o simplemente por cuidar a nuestros hijos de que vivan momentos desagradables.
Pero, hay algo de lo que debemos partir; nuestro proceder positivo y negativo, afecta a terceros. Debemos estar conscientes de que muchas veces el proteger a nuestros hijos de la ley por manejar borrachos y cometer alguna infracción lo único que resulta es que se conviertan en adultos poco claros en sus desiciones.
Con esto me refiero a que desde la casa muchos de nuestros hijos se confunden desde muy pequeños con las acciones que nosotros mismos ejercemos. El ocultar información, el negarnos a pagar una deuda, el evitar dar la cara, en fin, un sin fin de acciones, que desde luego repercuten en la educación de los menores y por su puesto en la comunión de la sociedad entera.
Casi como una forma de vida, justificamos las acciones que nosotros mismos tuvimos en nuestra juventud. Las volvemos anécdotas que se van perpetuando en los círculos sociales de nuestros amigos. Y eso está lejos de ser digno y ético.
Debemos considerar en más de una vez, que nuestros hechos afectan a una u otras familias, que tal vez nuestros actos pueden ejercer un sin fin de problemas familiares de terceros. Desde meter en problemas a una persona sin pensar que tal vez, no vimos bien lo que ocurrió y sólo por participar en una discusión aseguramos que alguien tuvo la culpa. Y muchas de esas personas –sin exagerar– están en la cárcel porque un «testigo», consideró que debía de opinar y dar una lección a alguien sin saber lo que había ocurrido.
«En una ocasión un cliente me comentó que era joven y manejaba por una calle estrecha, a velocidad moderada, y de entre los carros salió un bebé de no más de 2 años caminando en pañales, y pues fue inevitable el impacto con su vehículo».
En breves momentos las señoras de la cuadra salieron gritando a auxiliar al menor, mi cliente, con toda honestidad me dijo: quise huir, aceleré a fondo, pero en 20 metros adelante me detuve y me regresé, sabiendo que el grupo de mujeres que estaba con el bebé me iban a acabar a golpes.
Pero cual fue su sorpresa, que a quien insultaban y hasta cacheteaban era a la mama del bebé que se había salido de su casa corriendo y desafortunadamente chocó contra mi vehículo, digo chochó porque él fue quien golpeo su carita con la salpicadera de mi carro y calló sentado en el pavimento.
Al niño no le pasó nada más que el gran susto y tal vez un chichón en la frente pero a la mamá, le fue en feria con las vecinas. Mi cliente, con un dejo de tranquilidad recordó que se sintió orgulloso de haberse bajado del carro a pesar del terrible miedo que tenía en ese momento.
Sintió que era su deber, afrontar lo que sucediera y cuál sería su sorpresa que no fue necesario ni siquiera que la policía llegara en ese momento. Pero, desde luego en esta anécdota existen varios factores que habría que valorar, algún mirón por ahí que ni tuvo nada que ver en el momento, le medió ideas equivocadas a la mamá de la criatura para que demandara a mi cliente, y le sacara dinero.
Esas personas que se creen los justicieros de la clase social oprimida, siempre serán los peores consejeros, la vida tiene un ritmo y hay que respetarlo, mi cliente de manera educada se puso a la orden de la mamá del bebé, y ella que comprendió que había sido un descuido pronto tomó una actitud de vengadora, y justiciera.
Creo que es necesario hacer hincapié en que la ética de cada persona debe de considerar la molestia de terceros, es decir, no podemos proceder en actos que afecten a otros sólo porque consideramos que debe haber una justicia, que en realidad no tienen argumentos.
Cuando nos volvemos jueces o parte de un acto que rompe los paradigmas de una sociedad con violencia. entonces ahí estamos realizando un acto inmoral.
Actualmente leo un libro sobre el secuestro en México y es relevante conocer los argumentos de toda esa gente que en algún día llevó a cabo secuestros en nuestro país, a personas de cualquier estrato social. Muchos de ellos se arrepienten, por estar hoy tras las rejas, pero los motivos son lo que para ellos justificaron la muerte y la privación de la libertad de mucha gente en nuestro tan querido México.
Los grupos que se dedicaban al narcotráfico hace algunas décadas, tenían, –según en voz de sus propios líderes– valores éticos muy claros como no vincular en el negocio con revanchas u odios a las familias y mucho menos a los mejores de edad.
Hoy eso ya dejó de ser un factor de ética, en el libro que les comento escrito por Saskia Niño de Rivera y Manuel López San Martín, existen testimonios vivos de personas que mataron a mujeres y niños, por un rescate, que no se pagó o que no se completo.
Según estudios y revelaciones de los propios involucrados el cobro de uso de suelo, el secuestro, el robo de combustible y el robo de vehículos es un negocio producto de quienes antes iniciaron en las filas del narcotráfico y que no cubrió sus expectativas monetarias.
Es decir, que muchos de los que hoy se dedican a todas estas acciones delictivas no están ligados directamente con el narcotráfico. Los mismos narcotraficantes lo han revelado un muchas entrevistas que hoy se pueden ver en YOUTUBE.
Lo concluyente en este punto de la moral y la ética es que a juicio de pocos se ha justificado el hecho de matar, robar y vender estupefacientes. Por lo que el móvil sería la pobreza, la zozobra, la falta de oportunidades y la fractura del núcleo familiar.
Por ello es tan importante que reivindiquemos nuestras acciones y aunque hay mucha gente deshonesta y por ganarse unas monedas son capaces de venderle el alma al mismísimo diablo, hay que proceder con rectitud. Pensar que podríamos ser nosotros quienes estemos del otro lado es decir los afectados.
No con una anécdota o dos o tres e la vida se va a buscar cobrarse con la sociedad lo que unos pocos hicieron mal. Como poder exigirle al gobierno que arregle las calles, que tenga limpio, que ejerza su poder político en mejora de la ciudadanía si nosotros tiramos basura, corrompemos las leyes de trànsito y de convivencia vecinal
Tenemos que empezar por darnos cuenta lo que hacemos de forma errónea, y tal vez, habrá que tomar el camino largo, pero al final de cuentas quienes verán los frutos de ese sacrificio sean los hijos de nuestros hijos.
Con una política mejor, más honesta, con políticos que en verdad se esfuercen por hacer algo por la ciudadanía, con mejor calidad de vida, sueldos dignos, tratos honrosos, sin tener que tolerar a un jefe que ejerce el abuso de poder en toda la extensión de la palabra. Esto se debe construir con la aportación de cada uno de nosotros, algún día veremos con libertad a nuestros nietos caminar otra vez por las calles con libertad y sin miedo de que alguien los acuse de algo que no cometieron.
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moral1
nombre femenino
- 1.Disciplina filosófica que estudia el comportamiento humano en cuanto al bien y el mal.»profesor de moral»
- 2.Conjunto de costumbres y normas que se consideran buenas para dirigir o juzgar el comportamiento de las personas en una comunidad.»moral sexual»
ética
nombre femenino
- 1.Disciplina filosófica que estudia el bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano.»Aristóteles fue el fundador de la ética»
- 2.Conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad.»su ética profesional le impide confesar más cosas»Similar: moralmoralidad