Se acerca el 6 de enero y seguramente buscarás la mejor Rosca de Reyes para compartir en familia.
Hay algunos Pueblos Mágicos donde los panaderos utilizan todas las técnicas e ingredientes artesanales para elaborar un producto de calidad y exquisito, hasta querrás saber la receta.
En Zacatlán de las Manzanas, en el estado de Puebla, elaboran la rosca con productos hechos en hornos de piedra para crear una rosca completamente artesanal. El poblado a se encuentra muy cerca de la Ciudad de México.
Zacatlán es conocida como la cuna de la sidra y ofrece toda clase de atracciones turísticas tanto para relajarte como para divertirte.
En Zacatlán podrás disfrutar de sus paisajes bañados por la niebla, pasando por cabañas en el bosque, cascadas, parques naturales y gastronomía.
Además es famoso por su antiguo Convento Franciscano y por su tradición relojera que data de inicios del siglo pasado.
En Tapijulapa, Tabasco, podrás disfrutar de la tradicional Rosca de Reyes en la plaza principal, donde miles de familias se reúnen para ver la oferta de preparaciones y estilos.
Tapijulapa es una población enclavada en la sierra del estado mexicano de Tabasco perteneciente al municipio de Tacotalpa.
La población, se encuentra asentada en la confluencia de los ríos Oxolotán y Amatán, cuyas aguas en distintas tonalidades de verde conforman un paisaje único.
Huamantla, Tlaxcala es otro de los Pueblos Mágicos para probar la Rosca de Reyes, pues además de su gastronomía la elaboración del pan de temporada es popular.
En Huamantla puedes recorrer un sitio con arquitectura de estilo francés y con gran tradición ganadera.
Se incorporó al programa Pueblos Mágicos en el año 2007. Huamantla proviene de la palabra náhuatl cuahuitl que significa “Árbol”; así como de man de “Maní”, que quieren decir junto, formado o alineado, y la posposición locativa tla que denota “Abundancia”.
La Rosca de Reyes tuvo sus comienzos como tradición a comienzos de la Edad Media en los países europeos como Francia y España, pero después llegó a México tras la conquista. Después del periodo de evangelización, se hizo costumbre partir una rosca de pan, en la cual se esconden figuras de niño Dios, pero las frutas secas cristalizadas que adornan el pan, simbolizan las joyas incrustadas en las coronas de los Reyes Magos.