Dos esculturas –una de metal y una de madera– que se exhibían en el museo del Fuerte de San Juan de Ulúa resultaron con afectaciones “menores”, luego de que colapsaran las vitrinas museográficas en dónde se resguardaba.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia informó a través de un comunicado que el 01 de abril, una de las vitrinas museográficas de la Sala Histórica colapsó de manera accidental, “debido a que, durante los días previos, el edificio registró excesiva humedad y afectó la resistencia del mobiliario museográfico”.
Debido a lo anterior, “la base museográfica se venció ocasionando que la vitrina se inclinara y cayera al suelo, destruyéndose el capelo de cristal templado y provocando la caída de las esculturas religiosas”.
El INAH destacó que el daño a las piezas fue menor y que no comprometen su estado estructural. Mencionó que ya se activaron los “protocolos necesarios para la dictaminación del daño, y de ser necesario, el reclamo de la póliza del seguro contratada para este tipo de siniestros”.
Las obras afectadas son la estatua de San Antonio y La Virgen, que con anterioridad se exhibían en el Baluarte de Santiago, este último, que como documentó La Jornada, lleva seis años cerrado al público, con trabajos de mantenimiento inconclusos, daños en el sistema eléctrico, y sin fecha precisa para su reapertura.
El pronunciamiento del INAH tuvo lugar después de que, a través de redes sociales, el usuario Alfredo Matías Jiménez denunció que el Instituto conocía del incidente y no había informado al respecto.