El mariachi enfrenta una encrucijada en su legado. Gaudencio Arcadio Xotlaniua, miembro distinguido del Mariachi «Los Potrillos» en Veracruz, con más de 19 años de experiencia, admite que aunque el mariachi ostenta fama global, ha visto una drástica disminución de hasta un 50% en la demanda en años recientes, eclipsado por géneros contemporáneos como la banda, salsa, cumbia y reggaeton.
«Buscamos ganar un espacio en el gusto del público. La gente anhela escuchar lo que marca sus días; predominantemente nos solicitan canciones como La Boda del Huitlacoche, y otras tendencias del momento, cumbias. Nos adaptamos a todos los gustos».
La costumbre de contratar a un mariachi para eventos como bodas, quinceañeras o festividades religiosas está en peligro de desvanecerse en las nuevas generaciones. Por ello, han tenido que diversificar su repertorio hacia la música de banda o norteña para mantenerse a flote.
«Por una serenata de siete canciones y una de cortesía, nuestro costo es de dos mil 400 pesos. Sin embargo, hay grupos que ofrecen tarifas más asequibles, mientras que otros pueden cobrar un poco más caro».
Hace una década, en septiembre, eran solicitados con regularidad para animar las noches mexicanas en conmemoración de la Independencia de México. Hoy en día, la realidad de los contratos es distinta.
«Hace unos 10 años, solíamos ser contratados en abundancia. La gente se congregaba, celebraba sus festividades tradicionales, entonaba el Grito de la Independencia y nos convocaba en sus hogares».
Se hace un llamado a los jóvenes y a las familias a preservar con orgullo la rica tradición del mariachi, que se encuentra en una encrucijada entre la historia y el cambio.