Las cabezas olmecas de Veracruz son monumentales esculturas de piedra que datan de la cultura olmeca, una de las civilizaciones precolombinas más antiguas de Mesoamérica. Estas trece cabezas colosales, esculpidas entre el 1400 a.C. y el 400 a.C., destacan por su tamaño imponente y detalles intrincados. Cada una representa rostros humanos con rasgos distintivos, como labios gruesos y narices anchas, características asociadas con la cultura olmeca. Aunque el propósito exacto de estas esculturas sigue siendo un misterio, se cree que podrían representar a líderes importantes, deidades o figuras ritualísticas. Estas cabezas monumentales son testimonio del avanzado nivel artístico y cultural de la civilización olmeca, cuyo legado perdura en la historia de México.
El traslado de cuatro cabezas olmecas desde Veracruz a Tabasco es un fenómeno notable que destaca la movilidad de estas monumentales esculturas. Este desplazamiento puede tener diversas interpretaciones, como motivos rituales, intercambio cultural o estrategias de preservación. Estudiar este traslado proporciona una fascinante visión sobre las prácticas y conexiones entre las antiguas culturas mesoamericanas, resaltando la importancia de estas cabezas olmecas como vínculos entre regiones geográficas y culturales en la historia precolombina.