La sombra del huracán Otis aún se cierne sobre Acapulco, generando una marcada desconfianza en los excursionistas que inicialmente planeaban disfrutar de las cálidas playas este mes. La decisión de posponer sus viajes hasta marzo, abril o junio revela la necesidad de reconstruir la confianza en la seguridad y la recuperación total de Acapulco.
Francisco Aguilar Ordóñez, presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes del Acapulco Tradicional, expresó su preocupación ante la baja ocupación hotelera de este fin de semana y la ausencia de turismo de excursión, que se ha reprogramado para los próximos meses. La falta de seguridad percibida sigue siendo un obstáculo para los visitantes, quienes aguardan garantías sobre la estabilidad y bienestar de Acapulco.
En un esfuerzo por contrarrestar las percepciones negativas, Aguilar Ordóñez lamentó la difusión de alarmas infundadas en redes sociales, contribuyendo así a la reticencia de los turistas. Aunque reconoció que el Acapulco Tradicional aún debe abordar la recolección de basura en algunas calles, subrayó que la zona turística está operativa. Las playas, con restaurantes abiertos y servicios de deportes acuáticos, buscan revitalizar la economía local.
A pesar de los esfuerzos, persisten las dudas entre los excursionistas, reflejadas en la decisión de posponer al menos cuatro autobuses programados para enero hasta mayo y junio. Este fenómeno se replica en otras hospederías asociadas, donde los planes de excursiones se han pospuesto, no cancelado, destacando la necesidad de restaurar la confianza para revivir el turismo en Acapulco.
Acapulco enfrenta el desafío de reconstruir su imagen turística tras el paso de Otis. La colaboración entre el gobierno local y el sector turístico es esencial para abordar las preocupaciones, garantizar la seguridad y revitalizar la economía, demostrando que la belleza de Acapulco perdura incluso después de las adversidades.