Enrique De Santiago/EDITORIAL
A mi amigo
Se murió el escritor José Agustín, creador de obras destacadas que fueron moldeando una generación y que desde luego tuvo como materia prima una generación importante para nuestra cultura. Reflejó en sus páginas todo un movimiento, con su forma de escribir y de proyectarse.
Fue un escritor que utilizó la literatura como vehículo para expresar su vida cotidiana. En ocasiones, reflejo de momentos que marcaron su vida. LA TUMBA, fue sin duda una obra que dio pauta a su vida como escritor profesional, e INVENTANDO QUE SUEÑO, también marco su momento ya como un intelectual de la época, que autores de renombre lo consideraban.
Así, José Agustín fue construyendo su carrera de escritor, pero también director de cine, guionista y dramaturgo. Una de las partes fundamentales de su discurso como escritor es que siempre puso a nuestra cultura en su dimensión, mostró la influencia del vecino país, pero no como absolutista, sino, como una influencia generacional.
La música, también estuvo presente en su obra, como referente de una generación en la que los sonidos eran vitales para complementar su vida y darle sentido a sus acciones. En la obra TRAGICOMEIDA 1, 2 y 3 hay referentes importantes para que cualquier melómano pueda hacer su playlist de la música de finales de los 50´s, 60´s y 70´s.
Todo esto y muchísimo más fue y es José Agustín; un amigo que jamás conocí, y que me acompañó en silencio en las buenas y en las peores. Sin embargo, en esencia lo conocí muy bien, leí todos sus libros y los dejé reposar ahí en mi memoria durante mis 53 años, Siempre fueron referente de muchas cosas que pasaron en mi vida, y hasta llegué a convencerme de que la vida no era tan dramática como uno la ve, gracias al obra del maestro José Agustín.
Su desenfado, hizo que mi vida fuera menos dramática, y tuviera un parámetro. Contribuyó en mucho con su obra, para que mi vida tuviera un camino digno a seguir. Muchos amigos y compañeros de vida, que en verdad me conocen, saben que fui y soy un fiel seguidor de su obra. De su vida privada, jamás me interesó conocer nada. Sólo sabía que su vida la vivió en Cuautla, Morelos, pero eso jamás me interesó, aunque siempre me generó cierta rareza cuando llegué a visitar Taxco, Guerrero. Sabía que él visitaba de vez en cuando este lugar, y tal vez siempre en mi foro interno, pensé en que lo podría encontrar ahí, casualmente.
Gracias amigo, por acompañarme tantos años en prolongadas soledades. Gracias por ser mi amigo, sin saberlo. Gracias por ser un gran compañero y un excelente consejero. Te voy a extrañar ahora, si. Aunque jamás tuve el gusto de conocerte el placer de saber que estabas vivo me generaba cierta tranquilidad.
Se han ido varios, pero tú, si que dejaste un gran cúmulo de historias no narradas en mi cabeza. Hasta pronto, espero que en la otra vida si tenga el gusto de conocerte personalmente, ya que en esta sólo conocí, lo que había dentro de tu cabeza, y que por cierto me hizo reír mucho, cuando no había nada por qué hacerlo. Gracias. muchas gracias.
16 de enero 2024.