Como parte de las festividades patronales en honor a San Sebastián se realizó una procesión por la avenida Independencia, en la ciudad de Veracruz. Encabezando el evento estuvieron el obispo de la Diócesis de Veracruz, Carlos Briseño Arch, y la alcaldesa porteña Patricia Lobeira Rodríguez.
La marcha partió desde el emblemático tranvía del recuerdo, dirigiéndose hacia la catedral Nuestra Señora de la Asunción. La imagen del patrono de los pescadores y de la ciudad fue llevada al frente del contingente, enarbolando con orgullo la tradición religiosa y cultural.
La procesión, marcada por la singularidad de iniciar con una lona resaltando la importancia de la familia, culminó en el zócalo de la ciudad. Antes de ingresar a la catedral, el obispo Carlos Briseño Arch bendijo imágenes de San Sebastián y esparció agua bendita sobre los puestos de la Feria Gastronómica de los Pescadores. Este evento, que se extiende durante el fin de semana, ofrece delicias marinas y productos diversos. La bendición no se limitó a los objetos, alcanzando también a las personas congregadas en el parque, subrayando la importancia de la comunión espiritual.
La procesión contó con la participación de representantes de las asociaciones de pescadores de la ciudad, portando banderines que simbolizaban la alegría de los festejos de San Sebastián. Tras recorrer la feria gastronómica, el contingente ingresó a la Catedral de Veracruz, donde se celebró una misa en honor al santo. En sus palabras, el obispo resaltó la valentía de San Sebastián ante las adversidades y el legado de fortaleza que dejó como testimonio de la fe cristiana.
Aunque el evento de norte impidió la tradicional procesión por mar, la comunidad se unió con fervor para rendir homenaje a San Sebastián, buscando en él la luz que ilumine el camino ante las adversidades. La celebración no solo consolidó la identidad cultural y espiritual de Veracruz, sino también destacó la importancia de la fe y la unidad en tiempos desafiantes.