Aunque la participación de las mujeres aumenta en el ámbito deportivo, hay desafíos importantes, por ejemplo atletas de renombre, como futbolistas mexicanas, tienen un sueldo que no supera los 300 dólares mensuales.
Asimismo en los juegos olímpicos de Tokyo, de más de 11 mil atletas, apenas aproximadamente 5 mil fueron mujeres, lo que representa menos del 50 por ciento.
Falta de impulso y visibilidad en justas deportivas internacionales. Olímpico Internacional, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 compitieron alrededor de 10 mil 500 atletas, de los cuales 4 mil 751 fueron mujeres, lo que representó aproximadamente el 45 por ciento de la participación total. Por su parte, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 de casi más de 11 mil deportistas, 5 mil 400 fueron mujeres, lo que representa un 49 por ciento del total de deportistas.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2016), el número de personas físicamente inactivas continúa aumentando, siendo las mujeres las más afectadas. La Encuesta Nacional de Cultura, Lectura y Deporte (2015) indica que el 72 por ciento de las mujeres mexicanas no practica ningún deporte.
Esta realidad es el reflejo de las múltiples responsabilidades que pueden caer sobre las mujeres en la sociedad actual. A menudo priorizan las tareas del hogar, el cuidado de los hijos, la presión laboral y la discriminación salarial.
Las atletas se enfrentan a una discriminación salarial significativa. A pesar de logros notables y el aumento en la visibilidad de las mujeres en el deporte, los datos revelan que las deportistas ganan considerablemente menos que los hombres por realizar el mismo trabajo.
Esto significa que los logros y victorias de las deportistas no tienen tanta visibilidad, lo que ocasiona que no sean reconocidas como es debido.