Caray cinismo de Alejandro Moreno Cárdenas presidente nacional de lo que queda del PRI, al anunciar que se debe de cambiar el nombre a ese instituto político, que por décadas fue el partido de las mayorías, como si al cambiar su nombre y logotipo superaría la ineptitud y conveniencia personal de este ente político.
En lugar de no asomar la cabeza por la paliza electoral que le propinó Morena en las pasadas elecciones presidenciales, de senadurías, diputaciones federales y siete gobernaturas, sale con la jalada de que se debe cambiar el nombre del partido que representa y que desde su asunción a tan significativo cargo llegó para destruirlo, por las oscuras negociaciones en beneficio personal y absolutamente nada para la militancia tricolor.
Todos los humanos tenemos virtudes y errores estos últimos puede ser perdonados cuando involuntariamente se cometen, pues no somos perfectos, pero cuando se cometen con conocimiento de causa se cae en lo cínico, adjetivo nada recomendable para cualquier ser humano, y el tal Alito como se le conoce es eso un cínico.
Lo que debería hacer este cínico líder político es renunciar y dejarle el espacio a sangre joven, o bien a alguno de los dinosaurios priistas que por décadas demostraron eficiencia, compromiso, amor a la camiseta tricolor aunque obtenían algún beneficio siempre estaba por delante el amor a la patria
Reiteró el revolucionario institucional no necesita cambiar de nombre lo que necesita sacudirse de esas lacras como Alejandro Moreno Cárdenas, si es que pretende ocupar e l tercer lugar de fuerza política como quedó en las pasadas elecciones de no ser asi, el próximo a visitar el cementerio será el PRI, como ya lo hizo el PRD el pasado 2 de junio, personajes priistas que son muchos por no decir todos que les compren un boleto de autobús con destino a Chiapas al rancho del actual mandatario de la nación, pero sin derecho a regresar, sino es así, AL TIEMPO.