Visita los talleres donde se hacen puros; entra a la Iglesia de San Juan Bautista y conoce a uno de los tres Cristos de la Agonía que hay en el mundo; camina entre los puestos del tianguis del lunes.
Entre la zona montañosa y en medio de la bruma aparece este Pueblo Mágico, de orígenes totonacas. Los lunes se mira el desfile de largas y coloridas faldas de las mujeres que se reúnen en el centro para intercambiar sus productos agrícolas. El resto de la semana, el vaivén de las palmeras de la plaza es el marco de los caminantes, de los hacedores de puros, de los admiradores del Cristo de la Agonía. A la fisonomía apacible, le cuida su guardián sagrado: el Citlaltépetl.
El motivo
Escalar el Citlaltépetl
- Es el pico más alto en territorio nacional y el segundo de Norteamérica.
- Alcanzar su cima cubierta de hielo y nieve mientras te calienta un sol tropical.
- Es una de las cimas más hermosas del mundo.
Lo básico
Pasar una noche en la Posada del Emperador para dormir donde lo hicieran Maximiliano de Habsburgo y Benito Juárez.
Imprescindible
Darse una vuelta por el tianguis de los lunes.
Visitar los talleres donde se fabrican puros.
Conocer su historia en los murales del Palacio Municipal.