El deshielo de los glaciares del Pico de Orizaba forma el caudal del río Atoyac, que se abre paso dentro de una caverna llena de formaciones rocosas, en el municipio de Amatlán de los Reyes.
Con casco y lámpara se hace una caminata. El agua en ocasiones te obliga a nadar (para los friolentos hay traje de neopreno) hacia el siguiente salón. Después de medio kilómetro, sales de la cueva para subirte a un kayak y remar por las aguas turquesa del río.
La embarcación se ancla, mientras se prepara un picnic en medio del bosque, ambientado por el canto de los jilgueros.
El río Atoyac en México está siendo sometido a un plan de restauración ecológica para sanearlo y mejorar su calidad. El plan incluye la construcción de humedales, reforestación y la rehabilitación de plantas de tratamiento.
El río Atoyac es uno de los más contaminados del país debido a las descargas de aguas residuales de industrias como la química, textil y automotriz. La contaminación afecta la salud de los habitantes y la fauna y flora acuática.
Algunas de las acciones que se están llevando a cabo para sanear el río Atoyac son:
- Construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales
- Reforestación
- Rehabilitación de plantas de tratamiento
- Capacitación de funcionarios y pobladores
- Visitas de inspección y verificación
- Promoción de prácticas más sostenibles en la industria textil
El río Atoyac forma parte del Plan Nacional Hídrico, que tiene como objetivo evitar la sobreexplotación de los acuíferos.