Papantla es un lugar famoso por su vainilla. Incluso la Vainilla de Papantla es una de los mejores tipos del mundo y se produce en México. Además tres cuartas partes de su producción se exportan.
La Vainilla de Papantla es la especia más cara de todas después del azafrán, porque cultivarla es una labor larga e intensa. Ya que el único día que florecen las plantas de vainilla, todas la flores deben ser polinizadas manualmente, una por una. Unos siete a nueve meses después, cuando los extremos de las frutas verdes empiezan amarillecer, se cosechan y empieza otro proceso de curación y posteriormente la producción de extractos y esencias para el consumo humano.
Un clásico de la repostería es el merengue que puedes realizar con la tradicional vainilla de Papantla. Si deseas elaborarlo necesitas lo siguiente: 90 g de clara de huevo; 115 gramos de azúcar; 1/4 cdta de cremor tártaro (opcional); 1 vaina de vainilla.
Precalienta el horno a 110º. Bate las claras en un tazón junto con el cremor tártaro hasta que este se disuelva. Añade la mitad del azúcar hasta que se formen picos firmes. Luego añade el resto del azúcar y bate hasta que la mezcla forme picos muy firmes. Posteriormente, integra a la mezcla el interior de la vaina de vainilla y bate un poco más hasta incorporar mezclar bien la vainilla. Vierte la mezcla a una manga pastelera con boquilla de estrella y, sobre una charola forrada de papel encerado coloca el merengue en pequeños círculos, dejando espacio entre ellos. Espolvorea con azúcar glas y hornear durante 1 hora y 15 min. Cuando estén crujientes, deja enfriar y estarán listos para servir.
O bien puedes elaborar helado de vainilla, que además de delicioso es muy sencillo. Solo necesitas: 1 lata de leche condensada: 3 cucharadas de esencia de vainilla y 500 mililitros de nata (2½ tazas).
La elaboración es la siguiente: vierte la leche condensada en un recipiente, añade las 3 cucharadas de esencia de vainilla y mezcla hasta que todo quede bien integrado. Reserva para después.
Toma un recipiente amplio y vierte la nata para montar, monta la nata durante 4 o 5 minutos con una batidora de aspas. Hazlo hasta que veas que la nata forma picos y al voltear no cae del recipiente.
Agrega la mezcla de leche condensada que tenías reservada y con cuidado, ve revolviendo con movimientos envolventes para que la textura de la nata no pierda su consistencia.
Vierte la mezcla del helado de vainilla fácil en un recipiente. Puedes usar uno metálico para que se enfríe más rápido, pero también puedes usar uno de plástico o de cualquier otro material.
Envuelve el recipiente con papel film para que no entre aire por dentro. De este modo, evitarás que se formen cristales de hielo o que el helado casero adquiera otros sabores de alimentos congelados. Lleva tu helado de vainilla al congelador.
Deja que el helado se forme durante aproximadamente 5 horas o toda una noche. Sirve con galletas, sirope o cualquiera de tus toppings favoritos.