
Boca del Río, Ver.- En una ciudad donde el sol y el mar suelen robarse el protagonismo, surge una propuesta totalmente distinta. FLUX, una instalación interactiva de luz ubicada dentro de Plaza Andamar que transforma la rutina en una experiencia sensorial.
Esta sorprendente estructura mide 4 metros de alto y 6 metros de diámetro, e incorpora 4 cámaras de alta velocidad, sistema de sonido con 4 altavoces, 1,120 metros de tiras Led, 67,200 píxeles corriendo a 100 fotogramas por segundo y software y hardware personalizados que controlan todo mediante código.
El espectáculo se sincroniza en tiempo real con una banda sonora espacial, revelando algoritmos ocultos que simulan el ritmo frenético de la comunicación humana.
“Reunirse con amigos a través de cámaras web se siente casi como estar en la misma habitación. La señal que nos reúne en esta mesa virtual, y la inmensa cantidad de datos transmitidos al espacio y viceversa, parecen imperceptibles”, así es como se califica esta experiencia.
Con su forma tubular que parece ascender hacia las nubes, FLUX invita al espectador a sumergirse en un entorno que vibra entre lo digital y lo emocional.
“Para FLUX, nos propusimos llevar al máximo los aspectos técnicos de la interacción digital. Hemos construido nuestro sistema, tanto en software como en hardware, para aprovechar al máximo el potencial de los LED programables a gran escala”, se comparte en la descripción de la proyección.
Creada por el estudio de arte tecnológico Ksawery Komputery, FLUX estará disponible hasta el 17 de agosto, en la segunda planta de plaza Andamar de 11:00 a 21:00 horas. La entrada es libre.
El estudio Ksawery Komputery, fundado por el artista polaco Ksawery Kirklewski, se especializa en fusionar arte generativo, codificación creativa e instalaciones que reaccionan al entorno y a las personas. Entre sus colaboraciones destacan artistas como Max Cooper, Childish Gambino y Julian Casablancas.
Este proyecto en México busca romper la línea entre lo físico y lo virtual, y explorar cómo los sistemas tecnológicos pueden provocar sensaciones tan humanas como el asombro.