Miles de personas en Morelia, Uruapan, Zamora, Lázaro Cárdenas y Maravatio salieron a las calles en Michoacán de nueva cuenta para exigir justicia por la muerte del exalcalde de Uruapan, Carlos Manzo, a quince días de su asesinato.
La marcha de Carlos Manzo se mezcló con la movilización anunciada de la Generación Z, que también salió a pedir pacificar el país y en cada una de las movilizaciones se vieron políticos locales de los partidos Acción Nacional (AN), Movimiento Ciudadano e incluso del PRD Michoacán, involucrados en las marchas gritando consignas en contra del gobierno federal, contra el gobernador de Michoacán Alfredo Ramírez Bedolla y contra las fuerzas armadas.
En Uruapan, la consigna principal fue para exigir el esclarecimiento del homicidio del exalcalde Carlos Manzo, aunque su familia y sus amigos fueron los grandes ausentes de la marcha.
La ahora presidenta municipal de Uruapan, Grecia Quiroz anunció desde el jueves pasado en conferencia de prensa que no participaría en las movilizaciones de este sábado, aunque la madre y la abuela materna del fallecido Carlos Manzo sí lo hicieron, pero en la Ciudad de México.
Desde las 10:30 de la mañana un nutrido contingente se concentró en el estacionamiento de la Plaza 500 un conjuntos de grandes centros comerciales, y en el libramiento y el boulevard Industrial de Uruapan con los distintivos solicitados a través de las redes sociales: camisa o atuendos de color blanco, sombrero y pancartas con consignas.
En su mayoría personas adultas y políticos del PAN aparecieron y en el trayecto unos a otros se ayudaron a poner en las cartulinas las consignas que iban desde la exigencia de la revocación de mandato para Alfredo Ramírez y Claudia Sheinbaum, hasta frases como la de «Justicia, Justicia para todos los caídos» en la región.
Al llegar al lugar en dónde fue ultimado Carlos Manzo, la noche del 1 de Noviembre en la Pérgola Municipal, los asistentes hicieron un llamado a no callarse y a seguir denunciando y presentando las imágenes, videos y testimonios de lo que vieron la noche del asesinato del exedil.
«Denuncien, denuncien, “no nos callarán, no nos ganaran” y “no tenemos miedo», entre otras frases fueron las consignas que se escucharon en la plaza de los mártires, en un hecho que algunos interpretaron como un grito de desafío al crimen organizado.
En la ciudad de Morelia, la marcha estuvo resguardada por elementos de la Guardia Civil y la Guardia Nacional en un evento que partió desde la Plaza Morelos hacia el centro de la ciudad, frente a Palacio de gobierno.
Y aunque el gobierno estatal reportó “saldo blanco” al final de la manifestación, cuando la mayor parte de la gente comenzaba a retirarse, un grupo de policía se enfrascó en una trifulca con jóvenes y comunicadores que terminó en dos personas detenidas y dos periodistas lesionados.
Un grupo de jóvenes lanzó croquetas a los policías y comenzó a aventar huevos al edificio de Palacio de Gobierno, que estaba igualmente resguardado con vallas de madera, y en un momento determinado, un par de elementos de la policía estatal persiguió y detuvo a dos muchachos que les aventaban croquetas.
La reportera Liliana Jiménez, de un medio local, estaba grabando un video cuando uno de los elementos policiacos la aventó con el escudo y le provocó heridas en la cara.
Otro fotoperiodista de un medio independiente, fue perseguido y detenido, también por elementos de la policía estatal, por lo que valoran interponer denuncias penales y ante organismos independientes de protección a comunicadores.



