Desde finales de noviembre y hasta febrero de 2026, Xalapa alberga una de las exposiciones más relevantes del país: Ricardo Martínez. Entre lo visible y lo íntimo. La muestra, instalada en la Pinacoteca Diego Rivera, reúne 79 piezas, entre óleos, fotografías del artista y publicaciones, así como dibujos que por primera vez se exhiben.
En entrevista, Zarina Martínez, hija del creador mexicano, invitó al público a adentrarse en la obra de quien “hizo de la figura humana un territorio de profundidad estética y espiritual”, pero también a observar el acervo de dibujo que abarca trabajos desde los años cuarenta.
De quien es considerado figura esencial del arte moderno en México, hay oportunidad de hacer un recorrido hasta la primera década del siglo XXI, lo que permite apreciar la diversidad de formas, temas y búsquedas que definieron su producción.
Zarina señaló que el conjunto de piezas también muestra la riqueza técnica de su padre, que permiten entender su proceso creativo, incluidos estudios preparatorios que revelan decisiones, ensayos y variaciones formales.
Otro rasgo distintivo, añadió, es el uso del color, que desde finales de los cincuenta se volvió decisivo para generar contrastes y atmósferas.
Obras como Madre e hijo (2008) y Fumador con perro (2005), dice, son una revelación del interés humanista de Martínez, manifiesto en vínculos, gestos y relaciones entre personajes.
Mención especial hace a los catálogos y fotografías que permiten ahondar en la vida personal del artista, además de la exhibición de publicaciones, pues sostuvo una relación de amistad con escritores y editores.
Entre lo más sobresaliente está la primera edición de Pedro Páramo de Juan Rulfo (1955), que ilustró con tres viñetas de perros feroces ladrando.
Ricardo Martínez. Entre lo visible y lo íntimo llega a Xalapa por la Fundación Ricardo Martínez de Hoyos, A.C., encargada de preservar y difundir su legado desde 2009.
Zarina Martínez expresa que para ella es muy importante que la muestra sea exhibida en Xalapa, donde están el Museo de Antropología, la Universidad Veracruzana con estudiantes de artes plásticas, y una gran cantidad de artistas.
Por otro lado, considera que el público general puede encontrar como apoyo a las obras una buena cantidad de información para hacer un recorrido más dinámico.
Reiteró la invitación a no perder la oportunidad de redescubrir a quien es catalogado como uno de los artistas más influyentes del arte moderno mexicano y recorrer su obra desde sus primeras búsquedas hasta la madurez de su lenguaje plástico.
“Un artista que en casa, era una persona muy dedicada, muy disciplinada, que pintaba de lunes a viernes, de tres de la tarde hasta que se acababa la noche. También, un papá muy presente, un muy buen amigo y buen conversador. Había quienes lo veían como hosco, pero en realidad era amable y con un humor particular”.
La Pinacoteca Diego Rivera está ubicada en J.J. Herrera número cinco, en el centro histórico, abre de martes a domingo, de 11 a 18 horas. La entrada no tiene costo.



