Con la llegada del tan ansiado aguinaldo, aumenta el movimiento de personas que realizan compras, pagos y trámites financieros.
Pero junto con esta derrama económica también crece la actividad de ciberdelincuentes que aprovechan la prisa, la saturación comercial y la distracción de los usuarios para perpetrar estafas telefónicas y fraudes bancarios.
La modalidad más común es la estafa a través de llamadas telefónicas, en donde los ladrones se hacen pasar por trabajadores de alguna institución financiera mientras persuaden al usuario para solicitar datos confidenciales.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros el 21 por ciento de los mexicanos ha compartido datos personales o financieros tras recibir enlaces o mensajes supuestamente enviados por bancos.
Así que ya lo sabe, ese dinero extra destinado a gastos específicos puede desaparecer en segundos si se cae en una estafa. En esta temporada, la prevención y la incredulidad puede ser el mejor regalo.
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