El domingo pasado, el señor Jaime Gerardo, de 63 años, se encontraba en su domicilio, alrededor de las 18:00 horas una pareja llamó a la puerta pues dijeron estar interesados en un par de obras de arte que el hombre pretendía vender.
Días antes, el hombre le había ofrecido a la dueña de una agencia de autos venderle los dos cuadros. Uno era la obra conocida como “Yo y mis pericos”, de Frida Kahlo; el otro era un cuadro pintado por Rufino Tamayo.
El señor Jaime Gerardo le creyó a la pareja que llegó a tocar a su casa, cuenta que los vio “bien vestidos” y eso le dio confianza de dejarlos entrar.
Cuando estaban en la sala, les ofreció algo de tomar. Él también se sirvió algo.
Pasaron unos momentos y … cuando el señor Jaime despertó en su casa de la alcaldía Miguel Hidalgo, apenas podía moverse. Le dolía la cabeza y no sabía bien a bien qué le había pasado. La pareja que llegó la noche anterior y que decía estar interesada en comprarle sus cuadros de Frida Kahlo y de Rufino Tamayo ya no estaba… y las pinturas tampoco.
Aquella pareja lo drogó y le robó. No sólo se llevaron los cuadros, también cuatro relojes Cartier, 16 mil dólares en efectivo y hasta los cubiertos y los utensilios de plata.
El robo en la colonia San Miguel Chapultepec quedó registrado dentro del expediente CI-FMH/MH-4/UI-2S/D/00296/07-2020 de la Fiscalía de Justicia de Ciudad de México (FGJCDMX).
Las autoridades suponen que, en un momento de distracción, disolvieron algo en su bebida para drogarlo y provocar que se durmiera.
“El denunciante refirió que pasados unos minutos empezó a sentir mucho sueño, sin saber el motivo y sin saber en qué momento se desvaneció”, se lee en el expediente del caso.
Fue hasta el día siguiente, ya por la tarde que Jaime despertó, eran las 18:00 horas cuando reaccionó.
APARECEN LAS OBRAS DE FRIDA KAHLO EN NUEVA YORK
Desde el día que la pintura Yo y mis pericos, de Frida Kahlo, salió de la casa de la artista en la calle de Londres, Coyoacán, nunca más regresó a México.
Por eso, entre otras razones, resulta inverosímil la historia de que la obra, pintada por Kahlo en 1941, fue robada hace unos días en la colonia San Miguel Chapultepec, de esta Ciudad de México.
Es inverosímil también porque Yo y mis pericos, la pintura que supuestamente robaron a un «coleccionista de arte» que interpuso la denuncia ante la Fiscalía de la CDMX, se encuentra hoy en el Museo Whitney de Nueva York, al que fue prestada para ser exhibida en Vida Americana, exposición que se inauguró en febrero, y que no está abierta al público porque la pandemia por Covid-19 obligó al cierre de museos.
La pintura continúa en ese recinto neoyorquino; es más, ese cuadro nunca ha salido de Estados Unidos desde 1941, así lo confirma Mireya Escalante, curadora de la colección Stream, dueña de la obra desde el mismo año de su creación, cuando Mattilda Geddins Gray vino a México a conocer al «pintor famoso» que había atrapado a Rockefeller.
Mireya Escalante precisa que la familia vino al país para que Diego retratara a la joven Mattilda y entonces encontraron que la esposa del pintor era genial. Compraron la pintura de Frida y varias de Rivera.
Aunque la pintora hizo otros cuadros con pericos «todos esos cuadros tienen una ubicación muy clara» y «no hizo una versión de la misma», confirma el curador e investigador Juan Coronel Rivera.
La denuncia. La Fiscalía local (FGJ-CDMX) hoy investiga el robo del cuadro de Kahlo, así como el de una pintura de Rufino Tamayo, ambos en hechos ocurridos en la vivienda de un supuesto coleccionista de arte, en la colonia San Miguel Chapultepec. De acuerdo con la denuncia del hombre, una pareja entró a su casa, lo «gotearon» y perdió el conocimiento; dijo que cuando despertó se percató que no tenía las obras de arte, así como platería, joyas y dinero.
Según la indagatoria, los hechos ocurrieron el 28 de junio, cuando un hombre y una mujer se presentaron en la casa, supuestamente para comprar los cuadros ofrecidos en venta; el denunciante aseguró que los había dejado pasar pues «estaban bien vestidos»; añadió que pasada una media hora, y tras beber alcohol, él perdió el conocimiento.
La FGJ-CDMX solicitó al propietario documentos que avalaran la legal procedencia de las piezas, y el denunciante alegó que las obras —según dijo, valuadas en 7 millones de dólares— las obtuvo de una herencia familiar.
Aunque los especialistas han documentado cuántas son y dónde están las obras de Frida Kahlo, es frecuente que aparezcan pinturas de la artista que muchos quieren negociar —el antecedente más reciente es el de La mesa herida, que se ofertó en España recientemente.