Aún no lo puedo digerir hoy, por la tarde fui a la tienda a compara algunos víveres para mi casa. En el lugar no puedes entrar como muchos otros más sin el tapabocas.
Sin embargo, mientras me atendían llegó un señor de edad avanzada y muy seguro de si mismo sin cubrebocas, metió las manos al pan lo escogió y luego se puso junto a mi.
Le hice la seña del tapabocas y me contestó: ¿ A poco usted cree en eso: me dejó sin palabras, no podía concebir que habiendo tantas personas muertas y tantos problemas sociales y económicos no sólo en Veracruz, en el mundo entero y este señor con esa desfachates me dijera eso.
Salí enojadísimo de aquella tienda, sin embargo más tarde recapacite y me dije a mi mismo: bueno, pues la verdad es que dentro de la libertad de pensamiento también está la ignorancia, es decir; puedes vivir la ignorancia y padecerla por convicción, el problema no es ese. aunque ya es demasiado.
El problema reside en que los demás te importen un carajo, eso si calienta. tu te puedes aventar de cabeza a donde tu quieras, pero no puedes llevarte entre las patas a los demás. Ahi si no estoy de acuerdo y no es negociable.
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