Orizaba, Ver.- Los hechos de violencia que se registran en algunos estados del país, que rayan en el terrorismo, indican la gravedad en que está el Estado y confirman la solicitud que hacen los Obispos al Gobierno Federal para revisar las estrategias de seguridad, que evidentemente están fallando, aseveró el padre Helkyn Enríquez Báez, Vocero de la Diócesis de Orizaba.
Considera que en Guanajuato, Chihuahua se ha llegado a niveles extremos de violencia, que no solo hacen sufrir a las familias y comunidades, sino que pueden provocar fuga de inversiones y el éxodo de algunas familias que buscan su seguridad o un sitio donde se puedan desarrollar mejor.
Provocan también incerteza de desarrollo y una crisis en la salud psíquica de las personas, que viven con miedo. “Todas estas consecuencias evidentemente dañan a las comunidades, al país y agudizan la crisis económica que ya se vive en el territorio mexicano”, resalta.