Orizaba, Ver.- El biólogo y ambientalista Héctor Rojas, exsubdirector del Parque Nacional Pico de Orizaba, advirtió sobre los daños irreversibles a los glaciares del volcán y la urgencia de actuar antes de que los ecosistemas queden completamente expuestos.
“Ha faltado (…) voluntad política para atender la problemática. México no puede esperar a que los calendarios electorales dicten la agenda climática. Los glaciares son fenómenos geológicos que duran cientos o miles de años, recuperarlos requeriría un clima helado durante unos 500 años consecutivos y el planeta exige acciones inmediatas y medibles”.
En vísperas del inicio de la COP30 (30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre cambio climático, este lunes en Brasil), la presidencia brasileña del cónclave ha reiterado que todavía es posible cumplir con la meta de limitar el calentamiento global a 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales.
En una carta abierta titulada “Un llamado a la aceleración, la cooperación y el coraje”, señala que “el presidente de la COP30, embajador André Correa do Lago, advirtió que el planeta se encuentra ante una encrucijada y que sólo la acción coordinada puede impedir que la inercia nos conduzca al colapso climático”.
Señala que de acuerdo con un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), entre enero y agosto de 2025 la temperatura media global se situó 1.42 °C por encima del periodo preindustrial, apenas 0.13 °C por debajo del umbral de 1.5 °C.
Mencionó que la organización advierte que aunque la cifra es ligeramente menor que la registrada en 2024, la tendencia al calentamiento extremo permanece intacta y este año podría ubicarse entre los más cálidos jamás medidos.
Refiere que la COP30 implementará por primera ocasión de forma completa el ciclo de políticas del Acuerdo de París, es decir, las contribuciones nacionales, los planes de adaptación y los informes de transparencia estarán plenamente operativos.
Destaca que hay tres prioridades, que son “reforzar el multilateralismo para unir esfuerzos globales en torno al clima; conectar el régimen climático con la vida real y la economía para hacer que las medidas tengan efectos tangibles y acelerar la ejecución de los compromisos del Acuerdo de París, pasando de planes a acciones concretas”.
Subraya que la COP30 será observada como la prueba de fuego para el sistema de gobernanza climática internacional.
“Si los gobiernos pueden cerrar las brechas de ambición, financiación y tecnología y convertirlas en palancas de progreso, el objetivo de 1.5 °C podría mantenerse al alcance”.
En el contexto latinoamericano, la amenaza de calentamiento y deforestación amplifica la urgencia. En México, voces como la de Héctor Rojas subrayan que no basta con informes y cifras, se requiere voluntad política, recursos reales, y sistemas eficaces de seguimiento. El planeta avanza hacia ese límite de 1.5 °C. “y la próxima conferencia es, quizá, la última gran oportunidad para desviarse a tiempo”.


