Este es el secreto mejor guardado de las taquerías chilangas, que ofrecen entre su barra de salsas una deliciosa salsa de color verde, haciéndola pasar por aguacate. Pero ni parece, ¿verdad? yo creo que todos hemos llenado nuestros taquitos con esta salsa y la hemos disfrutado tal como si no fuese una especie de falso guacamole.
Este es un recurso muy común de los restaurantes y taquerías mexicanas para remplazar el aguacate, ya que este tipo de salsa ofrece el sabor y la textura del aguacate a un menor precio y sin que nadie lo note. El secreto es utilizar calabacitas en lugar de este bien llamado «oro verde» y hacerla es más sencillo de lo que parece.
En temporadas como estas en las que el precio del aguacate está por los cielos en México, es una buena opción buscar alternativas más amigables con el bolsillo y ¡con el medio ambiente! ¿Sabías que esta fruta tan codiciada deja una enorme huella de carbono, ya que requiere una gran cantidad de agua para hacerlos crecer. Según información publicada en The Guardian, se utiliza un total de 230 litros de agua para solo un árbol.
Por su alta demanda y gran costo ambiental, no está de más aplicar las técnicas de taqueros para sustituirlo de vez en cuando. Además, tiene una gran ventaja: jamás se oxida. Les contamos cómo preparar el mejor guacamole sin aguacate.