
#alvarado #ordenamientourbano #amparofederal #secretariademedioambiente
El programa de ordenamiento urbano de Alvarado no ha sido actualizado desde 2008. Investigadores del Inecol consideraron urgente el diseño de políticas públicas que regulen el uso del suelo costero. También recomendaron la conservación de los campos dunares y la creación de áreas protegidas.
En respuesta a la crisis, habitantes de las comunidades afectadas conformaron una asociación y prepararon un expediente con los daños registrados. “Señor, nos está comiendo el mar”, expresaron al ex presidente Andrés Manuel López Obrador al entregarle la documentación.
La Secretaría de Marina realizó un recorrido en la zona, pero no ofreció una solución.Nancy Ochoa anunció que este año planean interponer un amparo federal. “No sabemos qué ocurrirá en 40 años. Tal vez desaparezcamos si no encontramos una solución. Quizá nuestros nietos ya no vean la comunidad como nosotros, cuando recorríamos kilómetros de playa”, concluyó.
En la localidad de Las Barrancas, decenas de personas han sido desplazadas por el avance del mar. “Hay gente que perdió su único patrimonio. Nosotros hacemos lo que nuestra fuerza nos permite para protegernos: barricadas, costales de arena, piedras, pero nada detiene el avance del mar”, declaró Nancy Ochoa, presidenta de una cooperativa de pescadores y líder de un colectivo de mujeres procesadoras de pescado.
Otras comunidades también han sido afectadas por la pérdida de playa. Entre ellas se encuentran Antonio Lizardo, Playa Zapote, Paso Salinas y Playa Arbolillo. De acuerdo con especialistas, la construcción de desarrollos inmobiliarios sobre dunas y la instalación de escolleras han alterado el flujo natural de arena.
Un estudio publicado en 2023 por el Instituto de Ecología (Inecol) advirtió que el municipio de Alvarado ha perdido 77 kilómetros de playa y 500 hectáreas de dunas. El informe indicó que solo 14 hectáreas de dunas se conservan y que el 75 % de esta superficie está ocupada por asentamientos humanos.
En Mata de Uva, otra comunidad del municipio, la erosión ha transformado la línea costera. “De mi casa, que está frente a la playa, caminaba 100 metros. Nunca imaginé que el agua llegaría hasta allí”, relató Carlota Zamudio. Según datos del gobierno estatal, las tasas de erosión en el municipio varían de 0.1 a 5 metros por año.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aprobó 58 proyectos inmobiliarios en la zona entre 2005 y 2024. Cuatro de ellos se encuentran en ecosistemas costeros y uno planea la construcción de 160 departamentos en terrenos que incluyen dunas y selva baja.
La investigadora Patricia Moreno explicó que las escolleras y otras infraestructuras interrumpen el movimiento natural de la arena. “Si tú pones una estructura dura, impides el movimiento de arena. Así es como llegamos a las Barrancas, que perdió toda una línea de casas y ya va sobre la segunda”, dijo.