Los gobiernos de México y de China se unieron en el reclamo a los países miembros del G20 para que dejen de acaparar vacunas y las compartan entre los países más desprotegidos y pobres, justo cuando la pandemia parece haber tomado un nuevo impulso.
Como lo ha hecho desde el primer año de la pandemia, México, a través de la representación del Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, hizo un llamado al no acaparamiento de vacunas y al no abandono de los países más en vías de desarrollo y los más pobres, ya que de no extender vacunas igualitariamente en el mundo, difícilmente se verá el fin de la crisis por el nuevo coronavirus.
“En G20 compartí el sentido de urgencia que impera en América Latina y el Caribe ante la imposibilidad de acceder a vacunas en el corto plazo, propuse acciones inmediatas para resolver”, tuiteó el Canciller.
El reclamo del país gobernado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador se ha hecho en distintas ocasiones y ante diferentes organismos. Incluso, como parte de su “coherencia ante esta petición”, México ha hecho algunas donaciones de inmunológicos en los últimos meses, a pesar de que su tasa de vacunación es baja, con tan sólo 43 mil 091 millones de dosis de la vacuna aplicadas -de las cuales 18.95 millones de personas han recibido el esquema completo de vacunación- en un país de 126 millones de habitantes.
Por su parte, el Ministro chino de Exteriores, Wang Yi, pidió hoy a los países productor de vacunas contra la COVID que eviten “restricciones a la exportación” o que las acaparen “de forma excesiva” para evitar que se produzcan “brechas de inmunización” entre países ricos y pobres.
“Hasta ahora, China ha proporcionado más de 450 millones de dosis de vacunas a casi cien países”, recalcó Wang, y agregó que “todas las partes deben responder a la pandemia de forma científica y brindar más apoyo a los países en desarrollo”.
Wang Yi apostó por el multilateralismo -tema al que está dedicado el foro- como “elemento estabilizador” del orden internacional, pero puntualizó que “el G20 debe predicar con el ejemplo y ponerlo en práctica de verdad”.
“El multilateralismo no es un eslogan grandilocuente ni un envasado para el unilateralismo. Consiste en proteger el sistema internacional con las Naciones Unidas en el centro o en adherirse a la apertura y la tolerancia frente a las políticas exclusivas”, dijo.
Asimismo, el diplomático abogó por “construir una economía mundial abierta” en la que se mantenga “la estabilidad de las cadenas de suministro globales” y se prevenga “la fragmentación del mercado internacional o la politización de los mecanismos de cooperación”.
El Ministro anfitrión, Luigi Di Maio, abrió hoy la sesión afirmando que “Italia apoya un multilateralismo eficaz”.
El Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, defendió también el multilateralismo como “la mejor herramienta para abordar los desafíos” que el mundo enfrenta, desde la pandemia de la COVID-19 hasta la crisis climática y la recuperación.
A Matera asisten 32 delegaciones, entre ministros del G20, de países africanos, instituciones europeas y entes como la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) o el Programa Mundial de Alimentos (WFP).
No asisten el Ministro de Exteriores de Rusia, Sergéi Lavrov, que ha enviado en su lugar a su Viceministro Alexander Pankin, además de Wang Yi, que participa en remoto, al igual que los cancilleres de Brasil y Australia.
España, país invitado permanente, está representado por la Ministra de Exteriores, Arancha González Laya, y por la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno.