En el idioma náhuatl, Tlatelolco se traduce como «terrazas o montón de tierra redondeada». Ubicado anteriormente en un islote al norte de la antigua capital azteca, Tenochtitlán, Tlatelolco es ahora una extensa área arqueológica. Este lugar albergaba el mercado tradicional más importante de Mesoamérica, conocido como «tainguis», donde se comerciaban una amplia variedad de productos. Hernán Cortés visitó este antiguo mercado, y fue allí donde se libró la batalla decisiva contra los mexicas el 13 de agosto de 1521, en la cual Cuauhtémoc, el último tlatoani derrotado, se vio obligado a rendirse.
Recientemente, los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) han realizado descubrimientos significativos en Tlatelolco. Durante sus excavaciones, han desenterrado un entierro infantil prehispánico, un canal del período virreinal y un vertedero de finales del siglo XIX y principios del XX. El Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), que forma parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, solicitó la ayuda de un equipo de investigadores de la Dirección de Salvamento Arqueológico para realizar excavaciones exploratorias en el sitio.
Además, un equipo del CCUT llevó a cabo estudios geotécnicos en la zona para evaluar la estabilidad del terreno donde se encontraba la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Esta inestabilidad podría explicar por qué la antigua capital azteca experimentaba hundimientos desde su fundación. Salvador Guilliem Arroyo, director del Proyecto Tlatelolco, explicó que se descubrieron rellenos de cantera en las esquinas norte del Gran Basamento y el Templo Calendárico, utilizados para nivelar el terreno.
Los arqueólogos, dirigidos por Arely Maldonado Luna, se enfocaron en una cuarta parte del recinto ceremonial de Tlatelolco, donde excavaron cinco pozos de aproximadamente dos metros cuadrados de diámetro, que resultaron ser los lugares de los hallazgos más importantes. Maldonado destacó que en la década de 1960, el arqueólogo Francisco González Ruz informó sobre la base de un templo rectangular con una escalinata similar al Altar-Tzompantli o Templo A, ubicado al norte de la zona arqueológica de Tlatelolco.
Las excavaciones se están realizando a una profundidad de más de un metro, y en uno de los pozos los arqueólogos descubrieron un entierro infantil, posiblemente de una niña, según las ofrendas que la acompañaban, que consistían en cerámicas y malacates (instrumentos de tejido), objetos asociados a las actividades femeninas en la época prehispánica.
La datación de estos hallazgos ha sido posible gracias al descubrimiento de una olla y un plato en el entierro, los cuales podrían datarse en el siglo XV (1400-1521 d.C.) debido a su estilo y calidad. Los arqueólogos