En medio de montañas y dos ríos, hace más de 600 años un volcán hizo erupción, en el municipio de Texcoco, el agua que corre en el Río Magdalena y el Río Coxcacoaco enfrió la lava que emanó de ese coloso y la convirtió en enormes piedras con una simetría casi perfecta, hoy conocidas como Prismas Basalticos.
El lugar pertenece a la federación, sin embargo, uno de los caminos para llegar a él es predio privado y la familia Espinoza ha preservado el sitio a fin de mantenerlo y preservarlo, así que crearon “El Santuario de Don Manuel”, un sitio que gracias a los cuidados del entorno ha sido elegido por luciérnagas y Mariposas Monarca para su reproducción.
“Estos dos ríos comenzaron a enfriar esa lava y dependiendo de qué tan rápido se enfríe se puede convertir en cristal o en roca, como podemos observar aquí son rocas, y por su forma se les llama prismas basalticos”, aseguró Juan Manuel Espinoza, encargado del Santuario de Don Manuel.
Pocas personas saben de la riqueza que albergan las montañas texcocanas, “las muelitas” así llamaron a los prismas por su forma, pero muchos desconocen la historia que aquel volcán les heredó.
“La mayoría de las personas no los conoce, no sabe de su existencia, en Texcoco hay mucha riqueza, pero lamentablemente no es cuidada ni protegida, tanto por las autoridades, ni por los habitantes, que somos quienes debemos cuidar y exigir que sean resguardados, un ejemplo claro es el descuido en el que se encuentra la zona arqueológica de Tetzcotzinco”, agregó.