La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, expresó al mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, su preocupación por “la corrupción y la impunidad” que hay en el país.
En entrevista exclusiva con la corresponsal de la agencia de noticias EFE en Estados Unidos, Lucía Leal, dos días después de concluir su gira por Guatemala y México, Harris dijo que fue “muy franca” tanto con López Obrador como con el mandatario guatemalteco, Alejandro Giammattei, “sobre las preocupaciones que tengo sobre la corrupción y la impunidad, y fui muy directa con cada uno de ellos respecto a esas preocupaciones”.
Cuestionada sobre cómo puede asegurarse EU de que en Guatemala y México se está fortaleciendo a la sociedad civil, cuando en el primer país se acaba de avalar una ley que amenaza la supervivencia de ONG y en el segundo el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió a EU que no financie a organizaciones como Mexicanos contra la Corrupción, Harris respondió que “este es un tema que me preocupa profundamente, porque queremos asegurarnos de que hay independencia: un sistema judicial independiente, una prensa independiente, y que las organizaciones sin ánimo de lucro, las ONG, puedan hacer su trabajo sin interferencias. Eso lo dejé muy claro”.
Sin embargo, tras la confusión incial, Symone Sanders, vocera de la vicepresidenta, aclaró que ésta sólo se refería “a sus reuniones en Guatemala cuando habló sobre la sociedad civil”.
El tema había desatado controversia porque desde antes de la visita, el gobierno mexicano había dicho que no se trataría el tema de las ONG con Harris, y la noche del martes el canciller Marcelo Ebrard señaló que “no hubo esa conversación”.
Sobre la reacción de López Obrador y Giammattei ante sus palabras, Harris dijo en la entrevista a EFE que “creo que valoraron mi franqueza… Este viaje fue más que nada para dejar claras cuáles son nuestras prioridades, y esa es una de mis máximas prioridades. Si queremos tener un verdadero impacto en enfrentar las causas de raíz —y eso incluye mi intento de implicar al sector privado, a las organizaciones sin ánimo de lucro, fundaciones y filántropos, y de que las agencias del gobierno federal estadounidense trabajen más en esto—, tenemos que hacer frente a los problemas de corrupción e impunidad”.
Tanto en Guatemala como en México, la vicepresidenta estadounidense se reunió con mujeres empresarias. “Fue algo deliberado. En ambos países quise enfatizar las necesidades de las mujeres y niñas: en Guatemala, [me reuní con mujeres] que cultivan el campo o son empresarias; en México, [el grupo] incluía a líderes sindicales y hablamos de muchos temas”.
Durante su gira, Harris lanzó un duro mensaje a los migrantes: “No vengan. Si vienen a la frontera, no podrán entrar”. Sin embargo, cuando en la entrevista Leal le preguntó sobre quienes huyen para salvar sus vidas, o que solicitan asilo, subrayó: “Estoy comprometida con garantizar que Estados Unidos proporcione un refugio seguro para quienes buscan asilo. Punto”.
Sobre las restricciones de viajes con México, la corresponsal de EFE preguntó a Harris si puede esperarse que la frontera se abrirá a fines del verano para viajes no esenciales, aprovechando los avances del programa de vacunación en la zona. “Eso es una prioridad, tenemos que hacerle frente en algún momento, eliminar las restricciones de viaje. Viendo que, al menos en Estados Unidos, nos estamos acercando a poner la pandemia bajo cierto tipo de control, lo que hemos hecho es crear un grupo de trabajo de alto nivel, y trabajaremos con esos otros países para concretar los detalles de cómo minimizar y levantar las restricciones de viaje”.
Harris defendió que su gobierno no está “ignorando” a Honduras y El Salvador, dos países que ella no incluyó en su gira de esta semana, a pesar de que su misión es hacer frente a las causas de raíz que generan la migración en todo el Triángulo Norte de Centroamérica. “No hemos ignorado ninguna región de los tres países”, aseveró Harris, quien evitó comprometerse específicamente a visitar Honduras o El Salvador, cuyos líderes generan más críticas en Estados Unidos por su presunta corrupción que los de México y Guatemala.