Kiss no se ha despedido por completo. El cuarteto de hard rock vendió su catálogo, marca y propiedad intelectual a la empresa sueca Pophouse Entertainment Group en un acuerdo estimado en más de 300 millones de dólares que fue anunciado el jueves.
Esta no es la primera vez que Kiss se asocia con Pophouse, cofundada por Björn Ulvaeus de ABBA. Cuando la alineación actual de la banda, que incluye a los fundadores Paul Stanley y Gene Simmons, así como el guitarrista Tommy Thayer y el baterista Eric Singer, subió al escenario en la última noche de su gira de despedida en diciembre en Madison Square Garden de Nueva York, revelaron que habían hecho avatares digitalizados de sí mismos.
La tecnología de vanguardia fue creada por la compañía de efectos especiales de George Lucas, Industrial Light & Magic, en asociación con Pophouse. Las dos empresas se unieron recientemente para el espectáculo “ABBA Voyage” en Londres, en el que los fans pudieron asistir a un concierto completo de la banda sueca representada en su apogeo, que fue interpretado por sus avatares digitales.
Cómo se utilizarán los avatares de Kiss aún no se ha anunciado, pero el director general de Pophouse, Per Sundin, dice que los fans pueden esperar una película biográfica, un documental y una experiencia de Kiss en el horizonte.
Se espera un show de avatares en la segunda mitad de 2027, pero será diferente de “ABBA Voyage”, dijo Sundin a AP. Y lo más probable es que comience en América del Norte.
Sundin dice que el objetivo de la compra es exponer a Kiss a las nuevas generaciones, lo que cree que diferencia a Pophouse de otras adquisiciones de catálogos de música.
“Las compañías discográficas, las tres grandes que quedan, están haciendo un trabajo fantástico, pero tienen mucho catálogo y no pueden enfocarse en todo”, dice. “Trabajamos junto con Universal (Music Group) y Kiss, a pesar de que seremos dueños de los derechos de los artistas, y lo estamos haciendo en conjunto con Kiss. Pero sí, compramos todos los derechos, y eso no es algo que haya visto tan claro antes”.
“No me gusta la palabra adquisición”, dijo Gene Simmons a la AP a través de Zoom, asegurando que la banda nunca vendería su catálogo a una compañía que no apreciaran.
“Se trata exactamente de una colaboración. Sería negligente en nuestro deber fiduciario inferido abandonar lo que creamos”, continuó. “La gente podría malinterpretarlo y pensar: ‘Está bien, ahora Pophouse está haciendo esas cosas y nosotros estamos en Beverly Hills de brazos cruzados’. Eso no es cierto. Estamos en la trinchera con ellos. Hablamos todo el tiempo. Compartimos ideas. Es una colaboración. Paul (Stanley) y yo especialmente, con la banda, seguiremos comprometidos con esto. Es nuestro bebé”.
Pero sí hay algo de cierto en que hubo un adiós: No habrá más giras en vivo, de verdad. “No vamos a volver a salir de gira como Kiss, punto”, dijo Simmons. “No vamos a ir a maquillarnos y salir a la calle”.
Kiss es la segunda inversión de Pophouse fuera de Suecia: en febrero, Cyndi Lauper se asoció con la empresa en un acuerdo que incluye la venta de la mayoría de su música y un nuevo proyecto que ella califica como una “pieza de teatro inmersivo” que transporta al público a la Nueva York en la que creció.
El objetivo es desarrollar nuevas formas de acercar la música de Lauper a los fans y al público más joven a través de nuevos shows y experiencias en directo.
“A la mayoría de los ejecutivos, cuando les dices una idea, sus ojos se ponen vidriosos, sólo quieren tus mejores éxitos”, dijo Lauper a AP en la sede de Pophouse en Estocolmo en febrero. “Pero estos chicos son una empresa multimedia, no sólo buscan comprar mi catálogo, quieren hacer algo nuevo”.