Para terminar tan sólo recogeremos como nota común a las historias recogidas sobre almas en pena, su tendencia a manifestarse de noche y en la casa donde antiguamente vivieron. Esta idea de que las almas vuelven al lugar donde vivieron por la noche, está recogida en muchos pueblos de España, en Huertapelayo, Guadalajara, nos comenta Pedro, un oriundo del pueblo, cómo existía la creencia de que en la noche de ánimas éstas regresan al lugar donde vivieron.
En el pueblo lo que se hacía era una hoguera. Allí, mientras unos estaban cuidando la hoguera, otros estaban tocando las campanas toda la noche, porque existe la creencia de que las ánimas vuelven al lugar donde residieron, las casas. Entonces, imagínate nosotros éramos pequeños, pues, era horrible, porque te ibas a dormir y sabías que en la casa había vivido mucha gente y a algunos los habías visto morir. Era la noche de los santos a las ánimas, como el pueblo estaba a oscuras cogían las calabazas, las vaciaban, les ponían velas, y les hacían ojos. Salir y encontrarte eso, fíjate tú el susto que te pegabas, porque, aunque ya lo sabías, no había quien evitase el miedo (6).
Las almas vuelven a sus casas en la noche de los santos a las ánimas, van buscándolas. Para que no entren, en muchos pueblos sacaban a la puerta una calabaza vacía con ojos y boca y una vela en su interior (al igual que hoy se sigue haciendo en Norteamérica en la celebración de Halloween).
En otros sitios para impedir que las ánimas entrasen en las casas tapaban con gachas las cerraduras.
La noche de los Difuntos, la noche de Todos los Santos, del día 1 al día 2 de noviembre, cogen gachas; unos se levantan, otros son amigos, antes había hermandades, e iban tapando todas las cerraduras con gachas, pa que no entren por las cerraduras las ánimas de noche. Las ánimas en pena, que esa noche están buscando, pues para que no entren en todas las casas. Se hace en toda la zona de Priego, en Las Hileras, en Las Lagunillas… (7).