En casi todo el mundo los resultados de la abstención de salir a la calle han funcionado menos en México.
Tan es asi que hoy en día en lugares donde antier se dio el banderazo para rehacer actividades y hábitos, hoy se replegaron.
En Boca del Río, se abrió el centro al comercio y a el tráfico de vehículos y tal parece que horas más tarde se arrepintieron de su decisión.
Lo cierto es que mientras esto ocurre, tenemos que hacer un alto y considerar que las opciones de «Ese virus no existe…», son mentira, es decir no nos engañemos, este virus sí existe y mientras más nos hagamos los fuertes tenemos mayor posibilidad de caer enfermos.
Señores y señoras, niños y niñas, hagamos caso a las recomendaciones de las autoridades de salud, federales y locales. No pongamos en tela de juicio los cuidados que hay que tomar para nuestra persona.
La única forma de corroborar las dudas que tenemos son enfermándonos y no vale la pena, hay que cuidarse y en verdad, si tenemos que trabajar, pues hay que hacerlo con las medidas pertinentes de cuidados, como lo son: mascarillas o cubrebocas y en casos extremos si hay que manejar dinero pues que se haga con guantes.
Esta situación, tal vez dure un poco más de lo planeado, pero es importante hacer conciencia y no retar ni a la autoridad ni a nuestra propia suerte hay que afrontar la responsabilidad de nuestra propia salud y creo que eso es lo más difícil.
Los niños andan si cubre bocas, sin ninguna protección, y pues hay lugares y horarios donde pueden salir y no hay gente para que los chavos se despejen un poco pero no podemos justificar la ausencia de cuidado con nuestra ignorancia.
Debemos de tener plena conciencia de que si uno desconoce los alcances de cierta enfermedad aún más debe de informarse en los medios de comunicación oficiales para así no caer en intransigencias.
Confiemos que los brotes de Coronavirus poco a poco se vaya diluyendo en la sociedad y no impacten de manera alarmante. Hay personas que ya murieron cuidando enfermos y enfermos de coronavirus.
Porque no creer en el sufrimiento de los demás, es como insultar la memoria de sus muertos que lo han hecho por salvar a nuestra propia especia y los que tuvieron la desgracia de enfermarse y hoy lamentan una ausencia en la familia.
Por el respeto a esas personas, tomemos conciencia de nuestras acciones y respetemos las disposiciones de las autoridades sanitarias.