Después de dos mil 273 días, la Ciudad de los Deportes volvió a ser escenario de un Clásico Joven, y qué mejor regreso que con el partido de Ida de la Gran Final del Clausura 2024. Sin embargo, Cruz Azul no pudo sacar ventaja en condición de local ni por la celebración de su 97° aniversario de fundación y se les fue de las manos la victoria ante el América tras empatar a una anotación.
Un duelo sumamente disputado, en el que los Cementeros fueron quienes dominaron en gran parte del compromiso, pero el último toque careció de precisión para poder causarle más daño a los azulcremas quienes se mostraron cómodos replegados en su propia área para intentar aprovechar el mínimo error del local y hacer uso del contragolpe, pero sus arribos fueron frustrados por una gran actuación del arquero Kevin Mier y la línea defensiva azul.
El Coloso de la colonia Noche Buena vivió una de sus mejores noches. Como si fuera un hervidero, los aficionados cruzazulinos no dejaron de alentar a su equipo durante los 90 minutos y poco más que duró el encuentro. La esperanza de ver a su equipo campeón luego de tres años de sequía, hacía que se convirtieran en una sola voz cada que se tenía que impulsar a sus jugadores a ir al frente y, también, cada que los futbolistas azulcremas se hacían del balón para abuchearlos e intimidarlos.
La Máquina marcó la pauta desde el principio, puesto que en los primeros instantes del compromiso, se adueñaron del esférico y buscaron el área rival con bastante intensidad. Esto, dio frutos apenas en el minuto 5’, ya que Uriel Antuna creó una jugada individual que terminó en penal, luego de que Luis Ángel Malagón le cometiera falta al darle un pisotón en el talón; fue el mismo delantero quien marcó desde los once pasos para poner el 1-0.
A pesar de no haber llegado anteriormente con peligro, a las Águilas le bastaron siete minutos para igualar las condiciones. Todo se produjo desde un saque de banda, Henry Martín asistió a Julián Quiñones quien arribó prácticamente solo gracias a que Rodrigo Huescas perdió su marca, por lo que el naturalizado mexicano, con la gran calidad que lo caracteriza, únicamente empujó el balón y mandó a callar a los aficionados cementeros.
Sin importar la anotación de las Águilas, los dirigidos por Martín Anselmi continuaron en su labor de sofocar a su rival con los constantes arribos. De hecho, Malagón fue pieza fundamental para que los de Coapa no se vieran abajo en el marcador nuevamente, al detener los disparos de larga distancia provenientes de Carlos Rotondi y Huescas.
Para magnificar todo lo que desaprovechó el Cruz Azul, a lo largo de la primera mitad, registró seis tiros totales por uno del América. Asimismo, llegaron a tener hasta un 68% de la posesión del balón por 32 de los pupilos de André Jardine, pero nada de eso sirvió.
Para la parte complementaria, el Ave tuvo la primera de peligro en sólo dos minutos de haberse reiniciado el juego, Henry remató en área chica, pero Mier estuvo atento para tapar el disparo. En un segundo intento, Quiñones contrarremató, pero milagrosamente Willer Ditta apareció para obstruirle el paso a la pelota.
Como un Clásico Joven no se puede llevar a cabo sin polémica, esta surgió luego de que Rotondi le diera un planchazo en área chica al ariete 21 del América que se quedó tendido en el pasto. No obstante, ni el VAR ni el árbitro central consideraron que esta acción tuviera que ser castigada con un posible penal a favor de las Águilas.
Conforme transcurrió el tiempo, las revoluciones de ambos equipos fueron a la baja. Cruz Azul que parecía más urgido de una diana más, se topó con una muralla azulcrema que ya no permitió que el balón pasara, e incluso, fueron los visitantes quienes tuvieron una última oportunidad en el ataque con Julián sacando un dramático disparo que tenía todas las intenciones de ser el segundo para el América, pero Ditta se puso la capa de héroe al sacarlo en la línea.
Para este próximo domingo 26 de mayo, día que se jugará la Vuelta desde el Estadio Azteca a las 19:00 horas, ya no importará la posición en la tabla o los goles anotados en el pasado, si uno de los dos conjuntos quiere coronarse, tendrá que encontrar la victoria dentro de los 90 minutos, de no ser así habrá tiempos extras y, si es necesario, hasta penales para saber si América consumará el bicampeonato y la décima quinta estrella o si Cruz Azul alcanzará la décima.