Caray lo que es la vida, mi incertidumbre no ha sido un cuestionamiento al Creador, sino más ben mi manera de pensar, porque emprenden el viaje sin retorno personajes valiosos y no precisamente por su posición política, social o económica…
sino personas que valen lo que pesan en brillantes puros por su manera de ser, como hijos, esposos, padres y lo más importante en la vida del hombre como amigos, esta última virtud muy difícil de llevarla a cabo por los diferentes caracteres que hay que soportar para conservar una amistad indestructible.
El pasado sábado 29 de mayo un día que quedará grabado en mi existencia, el fallecimiento de mi entrañable amigo Leandro Castellanos Galván, un hombre muy inquieto que desde muy joven se inició en las filas de lo que antaño era el partido de la mayorías, el revolucionario institucional al lado del ganadero a la postre alcalde del municipio de Veracruz, Efrén López Meza, que descargaba en Leandro encomiendas políticas que con la sapiencia política que ya poseía a pesar de su juventud la resolvía a bote pronto.
Al terminar el trienio de López Meza, Leandro incursionó en el sector de la construcción, creando una muy modesta empresa, pero sin descuidar su pasión por la política, sirviendo en todas las campañas de los tres niveles como operador político, sin recibir ni un puesto de confianza o de elección popular, sino únicamente el reconocimiento de quien triunfaba en las urnas electorales, caray para ingratitud.
Con el paso del tiempo y al ver lo que todos nos hemos percatado de que el PRI ha sido secuestrado por un grupúsculo de especímenes que su única ideología es la de llegar a ocupar cargos de elección popular para salir de pobres y hacerse multimillonarios, Leandro como millares de priistas por convicción abandonan el barco, pero su pasión y experiencia política la aprovecha el Partido Verde Ecologista, girándole la invitación a que forme parte de ese instituto político, después de pensarlo por casi tres meses la acepta y es nombrado delegado regional en el estado de Veracruz.
Era tanta la pasión de Leandro por participar en las etapas electorales, que hasta descuidaba a su empresa por meterse de lleno a lo encomendado, sacar adelante al Partido Verde Ecologista hecho que logró de que en esta etapa electoral el incipiente instituto político ya tiene presencia en el estado veracruzano.
Su salud no estaba al cien, había problemas coronarios, pero a pesar de ello él ignoraba lo que era un buen descanso, como quedará gravado cuando le hablaba por teléfono para hacerle algunas recomendaciones sobre su salud y me contestaba nos vemos en tu oficina para echarnos una grillita, pero de rapidito porque tengo una agenda abultada y dispongo de poco tiempo, por lo regular llegaba todo inquieto a las once de la mañana eran las tres de la tarde y seguíamos sentados de café en café en un prestigiado restaurante del centro histórico de Veracruz, a ese lugar mi amigo lo había bautizado como mi oficina ya que siempre ahí me encuentro en caza de la noticia, jajajja que buenos momentos aquellos Leandro quiero despedirme de ti, aunque ya no puedas oír mi risa y mi voz. Siempre serás mi mejor amigo y tu recuerdo me llenará de emoción de que me hayas escogido para ser amigos.
Ojalá pudiera devolver el tiempo, para verte de nuevo para darte un abrazo y nunca soltarte, pero comprendo que Dios te ha llamado para que estés a su lado, así lo ha querido. Pero nunca pensé que doliera tanto.
Hasta siempre querido amigo.
Escríbeme andromeda-13@hotmail.com