
– México es reconocido a nivel mundial por sus impresionantes zonas arqueológicas. Entre ellas destacan sitios imponentes como Chichén Itzá, Teotihuacán, la gran pirámide de Cholula, Palenque o la selvática y solitaria Calkamul.
Sin embargo, existe una zona arqueológica singular y colosal que ostenta el título de ser la más grande de México: Cantona.
Ubicada al noreste de la ciudad de Puebla, entre los municipios de Tepeyahualco y Cuyoaco, Cantona se encuentra en el Valle de Serdán, también conocido como los Llanos de San Juan.
Llegar a Cantona no representa una complicación. Desde la ciudad de Puebla, se puede llegar en aproximadamente dos horas en automóvil, mientras que desde la Ciudad de México el trayecto es de alrededor de tres horas.
Cantona se destaca por su singularidad. A diferencia de otras zonas arqueológicas, cuyas construcciones siguen un trazado más regular y calles planificadas, Cantona tuvo que adaptarse a su accidentado entorno de roca volcánica, lo que resultó en edificaciones asimétricas, una característica poco común en la región de Mesoamérica.
El uso de piedra fue fundamental en la construcción de templos, calzadas serpenteantes, calles amuralladas, pasillos y complejos residenciales interconectados, que suman alrededor de 4,000 estructuras.
Siendo la ciudad más importante del Altiplano, albergaba numerosos espacios religiosos y políticos, destacando la presencia de 27 canchas de juego de pelota, la mayor cantidad registrada en un sitio arqueológico en México. En su apogeo, se estima que Cantona llegó a tener alrededor de 7,500 unidades habitacionales, aunque solo se han descubierto aproximadamente 2,700 en la parte sur del sitio.
Fuente: Destinos Mágicos de México