Lolita, es una mujer de 58 años de edad con cáncer y aunque no sabe cómo se llama el tipo de cáncer que padece, sabe que fue operada de un ovario, pero lo más doloroso para ella es el calvario que tiene que padecer cada vez que viene a Xalapa para tomar su tratamiento, porque no hay los medicamentos que le puedan salvar la vida.
Gracias a los bordados que hace y con lo que logra hacerse de pocos recursos para viajar desde Papantla, es como puede estar una semana o hasta 15 ó 20 días, dependiendo de lo que le digan o sí hay o no las medicinas.
Con lágrimas en los ojos contó que ha luchado contra su cáncer desde hace cinco años porque ha tenido varias recaídas.
Una recaída es no tener fuerzas para comer ni para levantarse, es no tener fuerzas para nada, la boca se amarga, no entra nada al estómago, contó al expresar que se tomará lo que se tenga que tomar, “porque no me quiero morir”.
“Hace dos meses y medio que no he recibido (el medicamento), porque no hay medicamento y cómo no tengo dinero, tengo que batallar bastante… el medicamento pues en el Prosalud (sic.) me hicieron un presupuesto de 700 y fracción, pero si no traigo a veces ni mil, ni 500 pesos para comer, menos para el medicamento. Yo antes era del hogar, ahora hago un sacrificio para bordar y vender mis manteles, lo que pueda, vendo mis fundas, mis mantelitos, pero no es suficiente para mi alcance de tratamiento”, narró muy triste.
Lolita tiene 58 años cumplidos, pero desgraciadamente no cuenta con el apoyo de sus hijos, porque están muy lejos y aunque le dan esperanza de que la ayudarán, cuando ella les habla no le responden, “no hay un sí o un no”.
Dijo que anteriormente se quedaba en el albergue “El Santísimo” porque ahí no le cobraban, pero ahora tiene que pedir permiso para quedarse en albergue de la asociación Ahteca, entonces sólo viene a su consulta, a su tratamiento de quimioterapia y se queda una noche, porque no le alcanza para más.
Este martes Lolita acompañó la marcha de padres de familia de niños que están en riesgo porque no hay medicamentos para continuar con sus tratamientos, ella como muchos otros pacientes adultos están en grave riesgo porque la Secretaría de Salud no cuenta con el abasto necesario, ello a pesar de que hubo la promesa de que no habría más desabasto.
El año pasado padres de familia de niños con cáncer en el puerto de Veracruz, llevaron a cabo varias protestas y cerraron las calles porque la campana de flujo laminar se descompuso, sin embargo, la falta de sensibilidad de las autoridades hizo que se negaran a aceptar la donación del equipo por parte del alcalde Fernando Yunes.