Personas que ya han sido vacunadas contra la COVID-19 —algunas incluso con el esquema de dos vacunas completo— han enfermado y muerto en al menos ocho entidades del país, una situación que ha generado alarma mientras la inoculación avanza a lo largo del territorio a seis meses de haber iniciado con la meta de volver a la vieja normalidad.
Tan sólo en la última semana se registraron casos en Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí y Sonora, así como la confirmación por parte de las autoridades sanitarias de Hidalgo del deceso de 36 personas que ya habían sido vacunadas con al menos una dosis.
Benítez Herrera dijo que se está llevando a cabo un análisis estadístico y técnico para conocer la cepa que los infectó, el tipo de vacuna que se les suministró y los problemas de salud que padecían las personas. Precisó que la vacuna protege dependiendo del individuo y la dosis aplicada, pues en promedio, el biológico otorga protección durante diez meses.
El Gobierno mexicano superó este domingo las 40 millones de dosis aplicadas y las 50 millones de dosis recibidas de diversos fármacos. De las 28.19 millones de personas que han recibido el fármaco, más de 17 millones han recibido el esquema completo. No obstante, México es el cuarto país con más muertes por la pandemia, con más de 231 mil decesos y 2.47 millones de casos confirmados.
A la par de la treintena de decesos de personas vacunadas confirmados en Hidalgo, la Secretaría de Salud de Sonora dio a conocer el lunes sobre el fallecimiento de seis personas por coronavirus que contaban con su esquema completo.
Enrique Clausen Iberri, Secretario de Salud, indicó que el número de vacunados que han fallecido es menor al de las personas que murieron por no haber recibido la inmunización. Sin embargo, hizo un llamado a los ciudadanos a acatar las medidas sanitarias y evitar salir a lugares no ventilados y a actividades no esenciales.
Este lunes también se informó en San Luis Potosí del contagio de 41 personas que tenían completo su esquema de vacunación contra la COVID, reportó El Universal. El Secretario de Salud del Estado, Miguel Ángel Lutzow Steiner, precisó que de estos casos cuatro tuvieron que ser hospitalizados por complicaciones y dos murieron a causa del coronavirus, ya que se contagiaron entre uno y tres días después de recibir la segunda dosis, además de que padecían una enfermedad crónica.
También ayer, aunque en Michoacán, se dio a conocer sobre el fallecimiento de una persona en la entidad que había sido vacunada en marzo. La Secretaria de Salud de Michoacán, Diana Carpio Ríos, explicó que en total fueron dos las personas vacunadas que se contagiaron del virus: una de ellas murió y la otra necesitó de atención médica. En cuanto al difunto, indicó que viajó a Guerrero dos veces en camión y estuvo participando en varios eventos políticos sin cubrebocas. En ese sentido, destacó la importancia de monitorear a personas en esa misma condición y analizar con qué variante se contagiaron, para que reciban atención inmediata.
El fin de semana se dio a conocer de igual forma un caso en Nuevo León de un dentista de 63 años que ya había recibido las dos dosis de la vacuna contra la COVID-19. El titular de la Secretaría de Salud de la entidad, Manuel de la O Cavazos, dijo que en total en el estado se han contagiado 303 personas que ya estaban vacunadas, aunque sólo se tiene el registro de la muerte de este hombre que vivía en el municipio de Linares.
A inicios de junio, según dio a conocer El Diario de Yucatán, se dio a conocer el fallecimiento de una personas por COVID-19 que ya había sido inoculada pero, de acuerdo con las autoridades sanitarias, aún no había pasado el tiempo suficiente para haber generado anticuerpos.
Un mes antes, el 7 de mayo, el portal del semanario Zeta informó sobre el deceso por coronavirus de seis adultos mayores en Baja California Sur que ya habían sido vacunados. El titular de la Secretaría de Salud (Ssa) de Baja California Sur, Víctor George Flores, dio a conocer que, de los fallecidos, tres adultos mayores recibieron la vacuna de AstraZeneca, dos fueron inmunizados con el biológico de Pfizer y uno con el de Sinovac. De las víctimas, dos tenían ya el esquema completo de vacunación, los otros cuatro tenían una dosis.
El funcionario declaró que los análisis y seguimiento del caso arrojan que tres de los fallecidos se contagiaron del nuevo coronavirus antes de la aplicación de la vacuna. Precisó que al momento de aplicar el antígeno no presentaban síntomas.
A finales de ese mes, el 27 de mayo, la prensa poblana consignó que en el estado ascendían a 18 los casos de personas que ya habían sido vacunadas contra la COVID-19, pero que habían fallecido por esta enfermedad.
El sitio de Newsweek México dio a conocer que fue el propio Secretario de Salud, José Antonio Martínez García, quien refirió que estas personas se contagiaron después de haber recibido la primera dosis de la vacuna. El funcionario explicó que hasta ese momento en la red hospitalaria del estado habían sido internadas 75 personas que después de recibir la primera dosis del biológico dieron positivo a coronavirus, de las cuales 18 perdieron la vida.
A inicios de febrero, el diario La Jornada dio a conocer un fallecimiento por COVID de una médico en Nayarit que ya había sido vacunada. El reporte indica que la mujer recibió la primera dosis de la vacuna anticovid el 13 de enero pasado y falleció el viernes 5 de febrero después de dos semanas hospitalizada tras contagiarse del coronavirus. La especialista tenía 17 años de laborar en la Secretaría de Salud estatal con distintos cargos, y aún hospitalizada estuvo al pendiente de sus pacientes a través de sus redes sociales, indicó el diario.
OTRAS MUERTES RELACIONADAS CON LA VACUNA
Además de las defunciones por COVID de personas que ya habían sido vacunadas contra esta enfermedad, se han registrado otros casos de adultos que perdieron la vida tras recibir el fármaco. Por ejemplo, en Guerrero la Secretaría de Salud local anunció el 21 de marzo la investigación del fallecimiento de un adulto mayor que ocurrió 40 minutos después de haber recibido una dosis de la vacuna Sinovac.
No obstante, el Secretario de Salud estatal, Carlos de la Peña Pintos, aseguró que la “conclusión que se llegó de manera inmediata” fue que el adulto mayor no murió por una trombosis y descartó que la causa haya sido la vacuna contra la COVID.
Una semana antes, el 15 de marzo, en la Alcaldía Azcapotzalco de la Ciudad de México se reportó otro caso similar cuando otro adulto mayor murió tras haber sido vacunado. La Secretaria de Salud de la capital, Oliva López, indicó en esa ocasión que la persona fue inoculada, estuvo en observación en la unidad de vacunación, pero cuando llegó a su casa se quedó dormida y falleció. La causa de la muerte fue un infarto, precisó la funcionaria.
Un mes después, el 22 de abril, se dio a conocer el fallecimiento por esta enfermedad de un hombre de 80 años de edad, identificado como Armando Canseco Peralta, quien murió tras recibir la vacuna Cansino Biologics Inc., en Tehuantepec, Oaxaca. La muerte fue confirmada por los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), que catalogó el caso como un Evento Supuestamente Atribuible a Vacunación e Inmunización (ESAVI), según dio a conocer El Universal.
Por esas mismas fechas, una mujer de 64 años de edad murió en el municipio de Villa Jiménez, Michoacán, luego de que fuera vacunada contra la COVID-19, reportó en ese entonces El Financiero. El caso fue confirmado por el Consejo Estatal de Vacunación (Coeva), el cual agregó que el fallecimiento es supuestamente atribuible a la inmunización.
VACUNADOS QUE NO GENERAN ANTICUERPOS
La periodista Apoorva Mandavilli, quien ha seguido al coronavirus desde que empezó la pandemia, pregunta en su último reportaje en The New York Times: “Ahora que decenas de millones de estadounidenses están vacunados, muchos se preguntan: ¿Tengo suficientes anticuerpos para mantenerme a salvo?”.
Para una gran mayoría de personas, dice, la respuesta es sí. “Eso no ha impedido que las multitudes acudieran en estampida por pruebas de anticuerpos. Pero para obtener una respuesta confiable de las pruebas, las personas vacunadas deben someterse a un tipo específico de prueba y en el momento adecuado”.
Explica que quien se haga una prueba demasiado pronto o busque los anticuerpos incorrectos, puede creer que aún es vulnerable cuando no lo es. “En realidad, los científicos preferirían que la persona vacunada promedio no se hiciera ninguna prueba de anticuerpos, basándose en que es innecesaria. En los ensayos clínicos, las vacunas autorizadas en Estados Unidos provocaron una fuerte respuesta de anticuerpos en prácticamente todos los participantes”.
Apoorva Mandavilli agrega: “Pero las pruebas de anticuerpos pueden ser cruciales para las personas con un sistema inmunológico débil o para quienes toman ciertas medicinas, una categoría amplia que abarca a millones de personas que son receptoras de donaciones de órganos, tienen ciertos cánceres de la sangre o toman esteroides u otros medicamentos que inhiben el sistema inmunológico”.
Y sostiene en su reportaje en The New York Times: “La creciente evidencia sugiere que una proporción significativa de éstas personas no produce una respuesta de anticuerpos suficiente después de la vacunación”.