Laurence des Cars, directora del Museo del Louvre, compareció dos horas este miércoles ante el Senado francés para responder a los duros cuestionamientos sobre el inexplicable «robo del siglo» del que la galería fue víctima el domingo.
Mientras la investigación sigue en curso y los ladrones permanecen prófugos, Des Cars admitió que era conocida la debilidad de la protección perimetral del museo, una de las principales fallas que facilitó el robo de los tesoros.
El museo no protegió las joyas de los «delincuentes brutales», afirmó Des Cars al describir cómo se desarrolló a plena luz del día el robo en el que desconocidos sustrajeron en apenas siete minutos ocho objetos -que la Fiscalía de Francia ha tasado en más de US$102 millones- antes de escapar en motocicletas.
Durante una audiencia de dos horas ante una comisión del Senado francés, la curadora de arte se enfrentó a preguntas que dieron lugar a una serie de revelaciones sobre el precario estado de la infraestructura de seguridad del museo.
- No detectaron a tiempo la irrupción.
- El museo tenía equipo de seguridad obsoleto.
- Una cámara de vigilancia no estaba enfocada en el ángulo necesario.



