-El director de Velvet Goldmine, Lejos del cielo y Carol vuelve a trabajar con Julianne Moore, protagonista de A salvo / Safe (1995), en una comedia negra imbuida de un esprítu camp que no le teme ni siquiera al ridículo.
-Nominada al premio Oscar a Mejor Guion Original, entre muchas otras distinciones.
Secretos de un escándalo (May December, Estados Unidos/2023). Dirección: Todd Haynes. Elenco: Natalie Portman, Julianne Moore, Charles Melton, Cory Michael Smith, Elizabeth Yu, Gabriel Chung, Piper Curda, D.W. Moffet y Lawrence Arancio. Guion: Samy Burch. Fotografía: Christopher Blauvelt. Edición: Affonso Gonçalves. Música: Marcelo Zavros. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 113 minutos. Apta para mayores de 13 años con reservas. Salas: 34.
Aunque el material original (y casi podría decir que el universo que el guion de Samy Burch aborda) le es en principio bastante ajeno, Todd Haynes se lo apropia y -a partir del trabajo con dos actrices extraordinarias como Julianne Moore y Natalie Portman- lo convierte en una excusa para ahondar en las convenciones, los mandatos y los prejuicios sociales.
Ambientada en 2015, May December (el título de estreno local es Secretos de un escándalo) narra la historia de Gracie Atherton-Yoo (Moore), una mujer que en 1992 fue el eje de un escándalo seguido de manera obsesiva por la prensa sensacionalista: siendo una maestra de 36 años, abandonó a su marido para iniciar una relación afectiva con un estudiante de apenas 13, por lo que debió enfrentar no solo el escarnio público sino también varias instancias judiciales. Hoy, pese a todas esas aguas turbulentas que corrieron bajo los puentes por las diferencia de edad y las características de la pareja, Gracie sigue viviendo con Joe (Charles Melton) en una mansión ubicada en un paradisíaco enclave de Savannah y, en medio de una amplia familia que incluye un ex esposo aún herido por aquellos hechos, se producen situaciones bastante particulares, como que ella tiene un hijo y un nieto que cursan al mismo grado del colegio.
La aparente normalidad alcanzada por la pareja y la extraña dinámica de esa tan amplia y diversa familia que orbita a su alrededor empieza a resquebrajarse cuando aparece en escena Elizabeth Berry (Portman), una actriz muy popular en televisión que interpretará a Gracie en una película independiente que está a punto de filmarse. Elizabeth quiere saberlo todo sobre el pasado y el presente de Gracie y comienza a visitar cada vez con mayor asiduidad esa casona en la Savannah, así como a entrevistar a quienes fueron protagonistas o testigos de aquellos hechos ocurridos más de dos décadas antes. La curiosidad se transforma luego en obsesión y la artista termínará involucrándose en el asunto de maneras cada vez más íntimas y riesgosas.
Las situaciones por momentos absurdas, las permanentes irrupciones de humor negro en distintos conflictos, los diálogos incisivos que apuestan por la risa, la música de a ratos estridente (Marcelo Zavros adaptó la banda sonora que Michel Legrand compuso en 1971 para The Go Between / El mensajero del amor) y el tono decididamente camp y telenovelesco que sobrevuela el relato hacen de May December una película que parece heredera de cineastas tan disímiles como Todd Solondz, Ingmar Bergman, Brian De Palma y su admirado Douglas Sirk. Si no siempre las casi dos horas de relato resultan fascinante, en buena medida la experiencia se disfruta en la que constituye una auténtica rareza dentro de la filmografía de Haynes.
Trabajando como en Carol con dos actrices prodigiosas, May December no tiene miedo al ridículo (y en algún sentido hasta lo abraza con premeditación y alevosía), se aleja de la solemnidad, de la corrección política y del prestigio para abrazar un espíritu desinhibido y provocador. Un nuevo salto (jamás al vacío) de un director que, a sus 62 años, sigue indagando, probando, buscando nuevos caminos y registros dentro de un cine siempre estimulante.