
El pleno del Senado de la República aprobó el 30 de septiembre el decreto con el que se autoriza la entrada de elementos del Ejército de Estados Unidos a México, para participar en ejercicios de capacitación conjunta, en los estados de Veracruz y de México.
De acuerdo con la solicitud enviada el 23 de septiembre por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo a la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, Laura Itzel Castillo Juárez, lo anterior se desarrolla en el marco del Plan Anual de Actividades 2026, en donde se contempla la Actividad 2 APA-2026 para “Mejorar la Capacidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales”.
Las acciones de capacitación y colaboración conjunta será entre personal de las Unidades Componentes de la Unidad de Operaciones Especiales de la Armada de México y el personal del Destacamento Operacional Alpha (ODA) 715 del Séptimo Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos.
Las actividades se llevarán a cabo en dos fases, la primera del 6 de octubre al 28 de noviembre en el Centro de Entrenamiento Avanzado de la Marina, “Donato Guerra”, en el Estado de México y del 1 al 12 de diciembre en el Polígono de Antón Lizardo, Alvarado, Veracruz, en la Heroica Escuela Naval Militar.
Los militares de Estados Unidos forman una delegación conformada por doce elementos del Destacamento Operacional Alpha (ODA) 715 del Séptimo Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos.
Además, cuentan con armamento orgánico y una aeronave C-130 “Hércules”; su llegada estaba programada en el Aeropuerto Internacional de Toluca el 1 de octubre y saldrían del país el 12 de diciembre.
“La actividad programada representa una oportunidad estratégica para armonizar doctrinas y compartir rxperiencias operativas, garantizando el fortalecimiento de una visión común y capacidades complementarias para responder de manera coordinada a los desafíos regionales de seguridad”, señala el oficio firmado por la mandataria federal.
Además, precisa que “este esfuerzo conjunto no solo impacta positivamente en el fortalecimiento de la preparación individual y colectiva, sino que también contribuye al perfeccionamiento de los mecanismos bilaterales de cooperación militar entre ambos países”.
También destaca que se busca desarrollar la capacitación especializada mediante el intercambio de conocimientos, técnicas y procedimientos operativos, particularmente en lo relativo a infiltración, vigilancia y reconocimiento especial, lo que permitirá a los participantes mejorar sus destrezas para la recopilación de inteligencia en ambientes hostiles y de alta complejidad.
Los militares que participarán en esos ejercicios podrán “actualizar y mejorar las técnicas de infiltración a larga distancia y marítima, de vigilancia y reconocimiento especial; mejorar la recopilación de inteligencia en ambientes hostiles; incrementar las capacidades de tiro de precisión y reacción y entrenar en la conducción de operaciones marítimas, enganches, abordajes e incursiones costeras”, según lo informado.
Además podrán mejorar las técnicas de identificación, mitigación y respuesta ante artefactos explosivos improvisados, para incrementar la seguridad durante misiones terrestres.
Incluso, destaca que “esta colaboración y capacitación conjunta tiene como objetivo fortalecer las habilidades y tácticas individuales y colectivas necesarias para desarrollar la compatibilidad y fortalecer las relaciones de planificación y ejecución colaborativa entre México y Estados Unidos de América, consolidando así un escenario de cooperación que contribuya al incremento de la confianza mutua entre ambas Fuerzas Armadas”.
El Senado de la República también pide que el Ejecutivo Federal instruya a la Secretaría de Marina para que dentro de los siguientes 30 días hábiles posteriores a la salida de las tropas estadounidenses del país se rinda un informe detallado de los resultados obtenidos durante esas actividades.