La langosta centroamericana (Schistocerca piceifrons piceifrons) ha ido avanzando lentamente por la entidad veracruzana y aunque se podría decir que en este momento está controlada, la plaga no descansa y ya existen diversas densidades en algunas partes de los municipios como Pánuco, Tempoal, Omealca, Zentla, Tierra Blanca, Huatusco, Camarón de Tejeda y Paso del Macho.
Aunque a partir de este mes, ya también se han estado recibiendo reportes de la presencia de la plaga en algunos municipios del sur como Juan Rodríguez Clara, San Juan Evangelista, Soteapan, Isla, Cosamaloapan y algunos de la Cuenca del Papaloapan.
Guillermo Jerónimo Reyes, gerente del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Veracruz (CESAVE), explicó que algunos municipios tienen características ambientales muy especiales como calor y humedad para albergar a esta plaga que desde el 2007 no se presentaba.
«No es que tengamos una infestación inundativa que nos esté diciendo que ya está fuera de control. En este momento una parte de Paso del Macho y la otra es la parte de Omealca-Tierra Blanca (donde hay mayor densidad). Estamos haciendo la evaluación del control, es decir, de pasada la aplicación de insecticidas, después del efecto, ya permitiendo la entrada a los cultivos tratados, medir el porcentaje de mortalidad», expuso.
Detalló que en la huasteca veracruzana, en la colindancia con los estados de San Luis Potosí y Tamaulipas, particularmente en una parte de Pánuco y Tempoal, se han llevado a cabo acciones para la ubicación espacial y geográfica de la plaga para medir su distribución y presencia en densidades que van desde bajas, medias y altas.
Con esos datos de prospección acribiana han podido actuar con precisión y focalizados los sitios, además de hacer acciones de control con los productores.
El encargado de este organismo auxiliar de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), enfatizó la participación de la SEDARPA quien ha coordinado la comunicación con los gobiernos locales y organizaciones de productores agrícolas y de ganaderos.
Jerónimo Reyes destacó que a la fecha han aspersado 2 mil hectáreas en los municipios del norte y centro del Estado, con aeronaves, pero también han echado mano de drones, rociando insecticidas autorizados por la COFEPRIS, pero lo más importante, con la finalidad de no hacer una aspersión «indiscriminada» que no sea amigable con el medio ambiente.
«En promedio y con el apoyo de los productores, hemos cuantificado nosotros como organismo alrededor o un poco más de 2 mil hectáreas controladas, con la sumatoria de los productores y el organismo. Es una tarea no fácil por las temperaturas y las condiciones en que se tienen que hacer… las aplicaciones se tienen que hacer a muy temprana hora y si no hay viento, por la tarde o al anochecer, pero en algunas zonas no se puede trabajar de noche por riesgos», aseveró.
El gerente de CESAVE abundó que en la parte limítrofe con el estado de San Luis Potosí, se hicieron aspersiones aéreas más de 160 hectáreas, mientras que en las plantaciones cañeras, a través de los ingenios, han estado haciendo acciones de este tipo en más de 180 hectáreas, donde han abatido poblaciones importantes de la invasión de la plaga.
En cuanto la zona centro de la Entidad, han tenido comunicación con ingenios y productores de caña, maíz, entre otros cultivos, con el apoyo de las administraciones locales como Omealca y Zentla, que han dispuesto de recursos propios para hacer las dispersiones aéreas.
«Aquí la prospección acribiana (ubicación geográfica) nos da un resultado, en donde las poblaciones, en una parte, están concentradas, precisamente en donde se dan las condiciones ideales para la plaga y esto nos ha permitido que no se haga un uso indiscriminado de pesticidas», agregó.
Puntualizó que las aspersiones se han hecho en zonas como Omealca y Tierra Blanca, a través de helicópteros, así como la parte baja de Huatusco, pero están por iniciar acciones consensuadas para atacar la plaga en municipios como Paso del Macho y Camarón de Tejeda, en donde han tenido algunas incursiones de la langosta.
Guillermo Jerónimo Reyes aseveró que si bien es cierto la plaga es invasiva y muy devastadora, los productores pueden colaborar alertándo a las autoridades sanitarias y con las organizaciones, enviando fotografías, toda vez que puede confundirse con otra plaga como el chapulín u otras que no pertenecen a la especie de la langosta centroamericana.
Enfatizó que los reportes de la presencia en los municipios del sur se estarán verificando, pero hasta el momento no habido un incremento de la población que esté ocasionando en este momento alarma o alerta en aquella región productora.
La langosta centroamericana puede atacar más de 400 cultivos, pero tiene algunos preferentes como el maíz y la caña de azúcar, pero si no tiene más opciones, se lleva cualquier vegetal, por eso es importante que en las zonas como potreros, arroyos, orillas de río zonas abandonadas, áreas no cultivadas, se revisen.